Al ex ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, que se despidió con lágrimas de su puesto, parece que le cuesta asumir su sustitución. Acudió a reunirse con el dictador Raúl Castro y se dejó fotografiar en su compañía junto al embajador español en la isla. De reunirse con la disidencia, para no perder sus costumbres, ni hablar.
Pues bien, un día antes de su encuentro, el régimen castrista trató una vez más de desprestigiar a la disidencia cubana a través de la televisión. De una forma muy similar a como lo hizo en la ola represiva de 2003, la Primavera Negra.
Y es que entonces, igual que ahora, las detenciones de periodistas y disidentes fueron precedidas de revelaciones de agentes infiltrados en sus filas. Estos testimonios sirvieron a los fiscales del régimen para imponerles penas de hasta 20 años de cárcel y en algunos casos, cadena perpetua.
Según recoge El Nuevo Herald, dos agentes de la seguridad del Estado – Carlos Manuel Serpa Maceira, el 'agente Emilio', y Moisés Rodríguez, el 'agente Vladimir', – fueron presentados el sábado por la noche en el programa especial Peones del imperio.
Sus testimonios coincidieron en mostrar a la oposición de la isla como un bloque monolítico dirigido y pagado por Washington. Las acusaciones más graves se volcaron, precisamente, sobre los más prestigiosos disidentes. Desde la bloguera Yoani Sánchez hasta las Damas de Blanco.
También contra el disidente y periodista Guillermo Fariñas, que sostuvo una larga huelga de hambre en reclamo de la liberación de los presos políticos y recibió el Premio Sájarov del Parlamento Europeo en el 2010.
Laura Pollán, líder de las Damas de Blanco, dijo el lunes, el mismo día que el diario del régimen Granma publicaba en portada la foto de la reunión de Moratinos con el dictador, que no estaba sorprendida por la infiltración de agentes, ya que el gobierno cubano ha buscado "desacreditar'' consistentemente a las fuerzas opositoras desde hace 52 años. "Es una forma de intimidarnos para crear desconfianza entre la población sobre nuestras acciones'', añadió Pollán. ‘‘Pero no van a lograrlo a pesar de que los medios [en Cuba] están secuestrados y obedecen al discurso gubernamental''.
Para el escritor y periodista Carlos Alberto Montaner, el "destape'' de los agentes responde a la desesperación del gobierno cubano por mantener el control de la situación política y social ante el avance del movimiento opositor. "Quieren subrayar el guión del discurso moral del régimen, es decir, que la oposición existe gracias a la ayuda del exterior'', recordó Montaner.