L D (EFE) El ministro de Asuntos Exteriores, Jack Straw, será quien este lunes anuncie oficialmente ante el Parlamento británico, según esperan todos, que su Gobierno no llamará finalmente a sus ciudadanos a votar el próximo año sobre un texto que han rechazado mayoritariamente franceses y holandeses.
A pesar de los llamamientos a seguir el proceso de ratificación lanzados este fin de semana desde el continente por Jacques Chirac y Gerhard Schroeder, convocar en estas circunstancias un referéndum sería puro masoquismo político por parte de Blair. De ahí que el portavoz en materia de política exterior de los Liberales Demócratas, el partido británico más europeísta, Menzies Campbell, tachase de "fanáticos" a quienes siguen reclamando aquí la celebración de la consulta con el único objetivo de poder luego interpretar el seguro "no" como un claro rechazo a Europa.
Muchos creen que la crisis ofrece, sin embargo, al Reino Unido, que asume el 1 de julio la presidencia de turno de la UE, la posibilidad de proponerle al continente su propia visión de Europa, aunque no todos coincidan en cuál deba ser ese modelo. En declaraciones a la televisión ITV, un antiguo aliado del primer ministro, el hoy comisario de Comercio de la Unión Europea, Peter Mandelson, instó este domingo a Blair a tomar el toro por los cuernos y ayudar a Europa a superar el embrollo en que se ha metido. Según el laborista Mandelson, Blair debe aprovechar la oportunidad que se le ofrece, seguir al frente del Gobierno tres años más –en lugar de pasarle antes el testigo al ministro de Economía, Gordon Brown, como reclaman otros – y ayudar mientras tanto al resto de los gobernantes a buscar una salida.
Para el influyente semanario conservador The Spectator, ahora que ha fracasado "el modelo francés" de Europa, Londres puede por fin "salvar" al continente presentando el propio como modelo a seguir por los demás. El semanario no deja títere con cabeza: el euro se tambalea, se ha violado el Pacto de Estabilidad, la economía no está a la altura del triple desafío de Estados Unidos, China y la India, la Política Agrícola Común sólo se sostiene gracias al veto francés y la Política Pesquera está acabando con la pesca y los pescadores. Como corolario, la UE necesita imitar al Reino Unido, que puede ofrecer como botón de muestra su crecimiento económico y su envidiable nivel de empleo, frutos precisamente de la flexibilidad y autonomía que ha defendido siempre frente al centralismo uniformador de Bruselas.
El derrotado eje franco-alemán se empecina en continuar con el ya derrotado proceso
A pesar de los llamamientos a seguir el proceso de ratificación lanzados este fin de semana desde el continente por Jacques Chirac y Gerhard Schroeder, convocar en estas circunstancias un referéndum sería puro masoquismo político por parte de Blair. De ahí que el portavoz en materia de política exterior de los Liberales Demócratas, el partido británico más europeísta, Menzies Campbell, tachase de "fanáticos" a quienes siguen reclamando aquí la celebración de la consulta con el único objetivo de poder luego interpretar el seguro "no" como un claro rechazo a Europa.
Muchos creen que la crisis ofrece, sin embargo, al Reino Unido, que asume el 1 de julio la presidencia de turno de la UE, la posibilidad de proponerle al continente su propia visión de Europa, aunque no todos coincidan en cuál deba ser ese modelo. En declaraciones a la televisión ITV, un antiguo aliado del primer ministro, el hoy comisario de Comercio de la Unión Europea, Peter Mandelson, instó este domingo a Blair a tomar el toro por los cuernos y ayudar a Europa a superar el embrollo en que se ha metido. Según el laborista Mandelson, Blair debe aprovechar la oportunidad que se le ofrece, seguir al frente del Gobierno tres años más –en lugar de pasarle antes el testigo al ministro de Economía, Gordon Brown, como reclaman otros – y ayudar mientras tanto al resto de los gobernantes a buscar una salida.
Para el influyente semanario conservador The Spectator, ahora que ha fracasado "el modelo francés" de Europa, Londres puede por fin "salvar" al continente presentando el propio como modelo a seguir por los demás. El semanario no deja títere con cabeza: el euro se tambalea, se ha violado el Pacto de Estabilidad, la economía no está a la altura del triple desafío de Estados Unidos, China y la India, la Política Agrícola Común sólo se sostiene gracias al veto francés y la Política Pesquera está acabando con la pesca y los pescadores. Como corolario, la UE necesita imitar al Reino Unido, que puede ofrecer como botón de muestra su crecimiento económico y su envidiable nivel de empleo, frutos precisamente de la flexibilidad y autonomía que ha defendido siempre frente al centralismo uniformador de Bruselas.
El derrotado eje franco-alemán se empecina en continuar con el ya derrotado proceso
Ahora, según los dos portavoces, se trata de encontrar respuestas a las dudas de la gente y de seguir mostrando voluntad de sacar adelante la idea de la integración europea. Los tres puntos fundamentales del encuentro de los dos políticos fueron el tratado constitucional y la nueva situación producida por el triunfo del "no" en los referendos de Francia y Holanda y las perspectivas financieras de la UE. Igualmente, acordaron volverse a encontrar en París el próximo día 10 para profundizar en lo ya tratado este sábado en Berlín. Con respecto al presupuesto de la UE, Anda dijo que Schroeder considera que todos deben poner de su parte para llegar a un acuerdo y que Alemania está dispuesto a ceder.
Pese a las contundentes derrotas del "sí" en Francia y Holanda, Schroeder y Chirac son partidarios de proseguir el proceso de ratificación del Tratado puesto que, según dijo Anda, "cada país tiene el derecho y la obligación de dar su voto" sobre un proyecto tan importante. El encuentro estuvo precedido de discusiones sobre las consecuencias que debe tener el rechazo de que ha sido objeto el proyecto constitucional. El abanico de sugerencias va desde un recorte de los fondos que aporta la Unión Europea (UE) a Francia y el Reino Unido hasta una reconsideración del comienzo de negociaciones para el ingreso de Turquía.
En Alemania, como en todo Europa, tras las derrotas del "sí" en Francia y Holanda, parece haber aumentado el rechazo a la "Constitución" europea, según revelan los últimos sondeos, aunque ésta sigue teniendo mayoría. Mientras antes de los referendos en Francia y en Holanda, el 52 por ciento de los alemanes se pronunciaba a favor del tratado constitucional frente a un 32 por ciento que lo rechazaba, una nueva encuesta, hecha por el instituto "Polis", muestra que el número de partidarios de la Constitución ha bajado al 44 por ciento mientras que los opositores son ahora el 39 por ciento.