No ha hecho ninguna gracia a la oposición venezolana las últimas declaraciones de Trinidad Jiménez. La ministra de Exteriores señaló en el Senado que en Venezuela no había "presos políticos" y ha señalado que "a diferencia de lo que ocurre en otros países, las organizaciones de defensa de los Derechos Humanos como Amnistía Internacional y Human Rights Watch no tienen catalogado como preso político a ningún preso en Venezuela".
Este argumento ha enfurecido a los opositores. La Mesa de Unidad Democrática (MUD) dirigió una carta a Jiménez en la que indica que sus "aseveraciones" al respecto "evidencian un uso insuficiente, parcial e incompleto de los informes de las organizaciones citadas por vuestra excelencia". Además, apunta que "nos preocupa el desconocimiento sobre la precaria situación judicial que afecta a nuestro país, muy especialmente la utilización del poder punitivo del Estado para intimidar o sancionar a personas en virtud de su opinión política". En un comunicado, señala que la actitud de España los lleva a "intuir que es una política del gobernante español, señor Rodríguez Zapatero, motivada a meros intereses comerciales antes que a la pregonada Defensa de los Derechos Humanos".
Además, la agrupación de Derechos Humanos, Venezuela Awareness Foundation, pidió a la ministra en otro documento que "colabore en nuestra búsqueda incansable de la libertad de los presos políticos venezolanos" y detalló que "hay personas recluidas por causas penales, acusadas de haber participado en el golpe de Estado de 2002 o por posible corrupción, pero quienes les consideran presos políticos son algunos partidos políticos de la oposición venezolana".
Por su parte, Tal Cual, un conocido diario de oposición, titula su noticia respecto a las criticas de la oposición a Jiménez como "Santísima Trinidad". En ella señala las declaraciones de familiares de presos que a su vez se preguntan: "¿Acaso no percibe Trinidad Jiménez que quien es capaz de albergar terroristas de la ETA en nuestro territorio, también es capaz de encarcelar gente inocente?"
El Universal, otro de los medios presionados por Chávez, también hace públicas las quejas. Los opositores señalan que la ministra conoce perfectamente "la ola de confiscaciones ilegales que muchas veces afectan a empresarios españoles residentes en Venezuela" y además ha leído "centenares de artículos y de noticias, publicados por los medios españoles, sobre nuestros presos, perseguidos y exiliados políticos". Y concluye: "¿Con qué cara viene Trinidad Jiménez a decir que nuestros familiares presos no existen?"