En el aeropuerto se encontraban sus familiares, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, la ministra de Defensa, Carme Chacón, y los máximos responsables del Cuerpo Nacional de Policía.
El féretro con el cuerpo sin vida de Rosa Crespo de 47 años, casada y con dos hijas, que trabajaba para la misión de Naciones Unidas en Haití junto a otros cuarenta policías y guardias civiles españoles, fue bajado del avión a hombros de agentes de la Policía Nacional.
En el mismo avión, un Boeing 707, han regresado 18 ertzainas, 22 bomberos de las comunidades autónomas de Madrid y de Castilla y León, cuatro guardias civiles y otros tantos policías nacionales que formaban parte de los primeros equipos de rescate desplazados a la isla caribeña y que serán recibidos por la secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Soraya Rodríguez.
Tras el primer homenaje a pie de pista a la agente fallecida se oficiará un breve servicio religioso y el cuerpo de la agente será trasladado en un avión Hércules a Zaragoza, donde residía y donde se instalará la capilla ardiente