El diputado ha subido a la tarima con la pegatina del 'No a la guerra' echando en cara a Zapatero las fotos detrás de las pancartas contra la intervención en Irak. Él, presumió, no ha cambiado: "Digo no a esta intervención, no a la guerra. Si bien tiene un mandato de la ONU, el argumento no son los derechos humanos, no es la democracia en Libia. Muy al contrario, son los intereses en Libia".
El diputado calificó de "hipócrita" hablar de derechos humanos cuando en el mundo hay en la actualidad "32 conflictos prácticamente iguales". Defendió medidas "civiles" y tachó de "equivocada" la "estrategia de guerra". "Hemos pasado del OTAN no, del no a la guerra, al sí a la guerra" y han convertido a la cámara en un lugar de "mera ratificación".
Cuando Llamazares subió a la tribuna, se pudo observar cómo algunos diputados del PP le aplaudieron. Rajoy, poco antes, había dado su aval a la participación en el conflicto.
Los dos diputados del BNG tampoco apoyan a Zapatero. Son los únicos, junto a Llamazares. En nombre de su grupo, su portavoz, Jonquera, criticó al presidente por ir al Congreso a "recabar apoyo" a "algo consumado".
El resto de partidos minoritarios anunciaron su apoyo a Zapatero. Así lo hizo Coalición Canaria, UPN y Rosa Díez en nombre de UPyD. La diputada afirmó que "se dan las condiciones legales y políticas para que cumplamos con nuestra obligación como europeos". "Tenemos que defender las democracias en el mundo", afirmó. Sí dijo que "hay muchas incertidumbres". Y apuntó que hay que actuar aunque "quizás sea demasiado tarde".