LD (Agencias) El ex congresista colombiano Óscar Tulio Lizcano, fugado de las FARC tras pasar más de ocho años cautivo, calificó de "locura" cualquier operación militar para rescatar a personas secuestradas. En declaraciones a Caracol Radio, Lizcano volvió a elogiar al terrorista "Isaza", de quien dijo que tuvo "un gesto humanitario" al desertar y ayudarle a escapar.
Lizcano, de 62 años y con secuelas de haber sufrido durante su cautiverio paludismo y lieshmaniasis, entre otras enfermedades, concedió una entrevista a la mencionada emisora desde la Clínica Valle de Lili, en la ciudad de Cali, en la que está ingresado desde el domingo. Los militares lo encontraron, junto con su carcelero, "Isaza", en la selva de San José del Palmar, en el departamento de Chocó (noroeste), donde Lizcano estuvo cautivo desde agosto de 2000.
El ex rehén subrayó que no tiene "la menor duda" de que los terroristas fusilarán a los cautivos en el caso de que se intente llevar a cabo una operación militar para rescatarles. "Ellos permanentemente me lo advertían: no me iban a entregar vivo", añadió Lizcano, quien en el momento en que fue secuestrado por las autodenominadas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) era diputado por el Partido Conservador.
El ex rehén aludió así a uno de los mayores temores de los secuestrados con fines de canje por las FARC, que es morir en medio de una operación de rescate. Esa fue la suerte que corrieron, en mayo de 2003, diez rehenes, entre ellos el gobernador de Antioquia, Guillermo Gaviria, y su asesor de Paz, el ex ministro de Defensa Gilberto Echeverri, que estuvieron un año secuestrados.
En respuesta, el jefe del Ejército, general Mario Montoya, aclaró que, en el caso de Lizcano, no se buscó un rescate, pese al cerco militar que desde hacía meses acosaba a la columna terrorista que lo custodiaba. "Podíamos apretar, pero no podíamos ahorcar", dijo Montoya también a Caracol Radio, al asegurar que el rescate militar estaba "descartado".
El rescate es una de las tres opciones que el Ejecutivo del presidente colombiano, Álvaro Uribe, defiende para el caso de las 28 personas secuestradas por las FARC, que pretenden canjearlas por medio millar de terroristas presos. Entre los retenidos hay dos políticos y algunos están secuestrados desde 1997. Las otras dos opciones son la liberación de secuestrados sin condiciones y la deserción de terroristas de las FARC con cautivos, que fue el caso de Wilson Bueno Largo, alias "Isaza".
"Isaza" decidió el pasado jueves huir con Lizcano, de quien en ocho años sólo se conocieron tres pruebas de vida. Fue "un gesto humanitario, ante todo se compadeció de mí", dijo el ex legislador sobre su antiguo carcelero, quien "tomó la decisión y me dijo: viejo, yo lo voy a sacar, porque usted se nos va a morir acá", añadió Lizcano al relatar los momentos previos a la deserción y fuga.
El primer parte médico indica que Lizcano padece desnutrición, anemia, infección parasitaria, deshidratación, infección urinaria, dificultades para respirar e inflamación de pies. Por su parte, el terrorista "Isaza", con el ojo izquierdo vendado, porque lo perdió hace cinco años en un enfrentamiento con el Ejército, compareció ante la prensa junto a Uribe, quien le ofreció una recompensa y una nueva vida en libertad, pero en Francia. El terrorista vivirá en ese país bajo un estatus todavía no determinado, ya que como informaron fuentes del Ejecutivo francés en París habrá "condiciones". El presidente galo, Nicolas Sarkozy, ha dado el visto bueno a la acogida del terrorista.
Lizcano dice que las FARC fusilarán a los rehenes si se ven acorralados
El ex rehén de las FARC ha descubierto uno de los mayores temores de los secuestrados: morir en medio de una operación de rescate. "Ellos permanentemente me lo advertían: no me iban a entregar vivo", dice Óscar Tulio Lizcano. La deserción, la liberación sin condiciones y el rescate son las opciones con las que trabaja Colombia.
En Internacional
0
comentarios
Servicios
- Radarbot
- Libro
- Curso
- Escultura