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Líderes y jefes de Gobierno de la UE firman en Lisboa el Tratado de Reforma

Los líderes de los veintisiete países de la Unión Europea han firmado en Lisboa el Tratado de reforma de la UE, que sucede a la fracasada Constitución en 2005. El también llamado tratado simplificado no correrá los riesgos del anterior y en la mayoría de países no será ratificado mediante referéndum popular sino por votación parlamentaria. La cuestionada medida, sin embargo, no oculta la fractura entre los dirigentes europeos y la sociedad en este atropellado proceso de construcción institucional.

LD (EFE) En una solemne ceremonia en el monasterio de Los Jerónimos, de Lisboa, los veintisiete jefes de Gobierno de la Unión Europea, a excepción del premier británico que no pudo asistir al acto y tuvo que ratificar el texto por la tarde, firmaron el "Tratado de Lisboa" con el que se sustituye la fallida Constitución europea.

El noveno en rubricarlo, según el protocolo, fue el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero y lo hizo  con una gran bandera española de fondo. También estampó su firma el ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos. El Tratado de Reforma Constitucional o tratado simplificado entrará, previsiblemente, en vigor en 2009.

El primer ministro británico, Gordon Brown, se sumó después del almuerzo ofrecido por la Presidencia portuguesa y rubricó en solitario el texto. El premier mantuvo, además, una reunión bilateral con el primer ministro luso, José Sócrates. Inglaterra fue junto a Polonia uno de los países más reticentes a la redacción del tratado y también se encuentra entre los más críticos con el proceso de aprobación.

Con la firma hoy del Tratado de Lisboa, la UE puso un punto y aparte al largo proceso de negociación para reformar el sistema de votación en la toma de decisiones y eliminar el veto en algunas áreas, con el objetivo de agilizar la aprobación de decisiones.

También con él se intenta superar la profunda crisis provocada por el rechazo al Tratado de Constitución europea en sendos referendos celebrados en Francia y Holanda, en 2005.

Entre las principales novedades que incorpora el nuevo Tratado, que se prevé que entre en vigor en enero de 2009 tras ser ratificado por los 27 países miembros, destaca un nuevo sistema de votación, en el que los países más poblados -como Alemania- ganan peso, y cuya entrada en funcionamiento no está prevista hasta 2014.

Kosovo, pendiente
 
El jefe del Gobierno esloveno, Janez Jansa, próximo presidente de turno de la UE, mantuvo por su parte un encuentro con periodistas de su país en el que señaló que no espera decisiones concretas sobre la provincia serbia de Kosovo en la cumbre que mañana viernes celebrarán los líderes europeos en Bruselas.

La UE tendrá que pronunciarse próximamente sobre la intención de la mayoría albanesa de Kosovo de proclamar la independencia de Serbia.

En la actualidad Kosovo está bajo un protectorado de Naciones Unidas desde el final de la guerra en junio de 1999.


Incluye además la eliminación del derecho de veto en 40 áreas, entre ellas las políticas de inmigración y cooperación policial y judicial.

Pretende también dotar a la UE de una mayor cohesión y personalidad propia a la hora de actuar en la escena internacional, incorporando la figura de un presidente permanente y de una especie de ministro de Asuntos Exteriores, que formalmente seguirá llamándose alto representante, cargo que en la actualidad ejerce Javier Solana.

Para poder ser aprobado por todos, a este Tratado de reforma se le han eliminado las denominaciones y apartados conflictivos incluidos en el proyecto de Constitución y se dejó a parte aunque se reconoce el carácter vinculante de su cumplimiento la Carta Europea de Derechos Fundamentales.

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