L D (EFE) El balance fue presentado por el embajador Heraldo Muñoz, presidente del comité que vigila el cumplimiento de las sanciones contra el grupo terrorista Al Qaeda y los talibanes. Sobre el caso de Irán, indicó que los activos congelados corresponden a cuatro cuentas distintas de una persona identificada como Gulbudin Hekmatiar. El Gobierno iraní ha interceptado, además, "a cuatro operativos de Al Qaeda", la organización terrorista responsable de numerosos atentados en el mundo, incluidos los perpetrados en septiembre de 2001 en Estados Unidos.
Irán advirtió al presidente del comité de que se utilizaban operaciones comerciales para financiar el terrorismo y un ejemplo sería el caso de un iraquí, que regentaba una empresa en ese país que vendía hortalizas estropeadas a cambio de "unos precios desorbitados". Muñoz, quien también visitó Suiza, dijo que en ese país le mostraron que individuos y entidades disponen de tiempo suficiente para retirar sus fondos cuando el Consejo de Seguridad crea un nuevo régimen de sanciones. Agregó que para cubrir esa laguna, sería útil contar con un programa avanzado que utilizan los bancos para localizar y congelar los activos.
Los aportes a la lista de sospechosos de estar vinculados con el terrorismo y las otras medidas forman parte de la política adoptada por los miembros de la ONU para luchar contra el terrorismo internacional. Muñoz subrayó la importancia de mantener la lista de sospechosos actualizada, si se quiere que sea eficaz, un punto que también destacaron otros embajadores, como el alemán Gunter Pleuger.
Su homólogo pakistaní, Munir Akram, coincidió en la necesidad de mejorar la lista. Pero advirtió que la noción de colaboradores de terroristas no debería interpretarse de manera demasiado amplia, porque podría reducir la eficiencia del comité, y que las luchas de liberación nacional para la autodeterminación no deberían ser en sí mismas ilegítimas. Por otra parte, pidió que se mida el esfuerzo de los países en la lucha contra el terrorismo, no sólo por sus informes nacionales, sino también por las acciones emprendidas sobre el terreno.
Irán advirtió al presidente del comité de que se utilizaban operaciones comerciales para financiar el terrorismo y un ejemplo sería el caso de un iraquí, que regentaba una empresa en ese país que vendía hortalizas estropeadas a cambio de "unos precios desorbitados". Muñoz, quien también visitó Suiza, dijo que en ese país le mostraron que individuos y entidades disponen de tiempo suficiente para retirar sus fondos cuando el Consejo de Seguridad crea un nuevo régimen de sanciones. Agregó que para cubrir esa laguna, sería útil contar con un programa avanzado que utilizan los bancos para localizar y congelar los activos.
Los aportes a la lista de sospechosos de estar vinculados con el terrorismo y las otras medidas forman parte de la política adoptada por los miembros de la ONU para luchar contra el terrorismo internacional. Muñoz subrayó la importancia de mantener la lista de sospechosos actualizada, si se quiere que sea eficaz, un punto que también destacaron otros embajadores, como el alemán Gunter Pleuger.
Su homólogo pakistaní, Munir Akram, coincidió en la necesidad de mejorar la lista. Pero advirtió que la noción de colaboradores de terroristas no debería interpretarse de manera demasiado amplia, porque podría reducir la eficiencia del comité, y que las luchas de liberación nacional para la autodeterminación no deberían ser en sí mismas ilegítimas. Por otra parte, pidió que se mida el esfuerzo de los países en la lucha contra el terrorismo, no sólo por sus informes nacionales, sino también por las acciones emprendidas sobre el terreno.