LD (EFE) El Ministerio de Trabajo de Brasil ha informado de que unos trece mil trabajadores del campo sometidos a condiciones muy similares a la esclavitud, han sido liberados en los últimos dos años. El número de víctimas en 2003 pasó de 4.932 a algo más de 8.000 el año pasado.
La casi duplicación de la cantidad de campesinos explotados es resultado de la intensificación de la fiscalización, según las autoridades. El Tribunal Superior de Trabajo calcula que unos 25.000 brasileños son sometidos a este tipo de explotación. Por ello, el presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, ha impulsado una serie de iniciativas que buscan erradicar ese flagelo hasta 2006, último año de su mandato, iniciado en enero de 2003.
El Gobierno divulgó una lista con los nombres de 163 personas apuntadas como dueñas de las haciendas donde se verificaron las irregularidades. Entre ellos acusados se halla el diputado Inocencio Gomes de Oliveira, ex presidente de la Cámara Baja (1993-1995) e integrante del Partido del Frente Liberal, en la oposición. También consta el actual presidente de la Asamblea Legislativa de Río de Janeiro, el diputado regional Jorge Picciani, del oficialista Partido del Movimiento Democrático Brasileño.