(Libertad Digital) El Gobierno de Fuad Siniora critica el giro del primer ministro israelí, Ehud Olmert, que rechazó en 2006 negociar con los terroristas de Hezbolá, hizo la guerra contra el Sur del Líbano para regresar al origen del problema.
“Entonces (tras el rechazo) se lanzó una guerra contra el Líbano y contra su gente con la excusa de exigir los prisioneros y eso ha llevado a una lógica de negociación por medio de mediadores, en vez de tratar de conseguir por el éxito (de la liberación de los soldados)”, según recoge la edición on line de The Jerusalem Post.
“Este acuerdo... es una nueva y clara condena para Israel, sus tácticas y sus políticas”.
Según los términos del intercambio de presos, Israel liberará al terrorista Samir Kuntar junto con otros miembros de Hezbolá; un número indeterminado de palestinos y docenas de cuerpos de terroristas de Hezbolá y palestinos; información sobre la desaparición de diplomáticos iraníes en 1982; a cambio de los soldados Ehud Goldwasser y Eldad Regev, así como el destino del soldado de las Fuerza Aérea Israelí, Ron Arad, desaparecido desde 1986.