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Líbano prepara una demanda "sólida" contra Israel por "crímenes de guerra"

El Gobierno libanés prepara un expediente sobre los "crímenes de guerra" israelíes durante su ofensiva militar contra este país, que causó la muerte de más de 1.180 civiles y daños materiales valorados en varios miles de millones de dólares. Según el ministro de Justicia libanés, Charles Rizk,  "Líbano está preparando un expediente sólido y está decidido a ir hasta el final"."La guerra se convirtió en una verdadera masacre en lugar de una guerra en el sentido tradicional de la palabra", ha dicho Rizk. Por su parte, Israel está pensando ordenar una investigación independiente sobre los posibles fallos en la guerra no declarada en Líbano, por los que una mayoría de los israelíes reclaman la dimisión del primer ministro, Ehud Olmert, y de los responsables de Defensa.

L D (EFE) El ministro libanés Charles Rizk, a quien cita este sábado el periódico local l'Orient-Le Jour, explicó que desde la entrada en vigor del cese de las hostilidades, el 14 de agosto, ha multiplicado sus contactos con las autoridades judiciales, en presencia de juristas y expertos para elaborar un documento de trabajo que permita al Gobierno libanés incriminar Israel. También se manifestó convencido de que la causa es justa y el Gobierno podrá presentar el expediente ante los tribunales internacionales y libaneses.

Esta iniciativa estará apoyada en informes de organizaciones internacionales como el Consejo de los Derechos Humanos de la ONU, Human Rights Watch (HRW) y Amnistía Internacional (AI), añadió.

"La guerra se convirtió en una verdadera masacre en lugar de una guerra en el sentido tradicional de la palabra", agregó Rizk, que recordó que el 90 por ciento de las víctimas son civiles, y que "la masacre de Cana ilustra perfectamente esta declaración". Aludía al bombardeo israelí de una vivienda en dicha localidad sureña que causó la muerte de 29 personas, la mayoría niños. El ministro señaló que su departamento "recogerá todas las pruebas y testimonios que identifiquen dichos crímenes".
 
Tel Aviv estudia crear una comisión que investigue los fallos en la guerra
 
Por su parte, el Gobierno israelí debe decidir este domingo si ordena una investigación independiente sobre los posibles fallos en la guerra no declarada en Líbano, por los que una mayoría de los israelíes reclaman la dimisión del primer ministro, Ehud Olmert, y de los responsables de Defensa. El gabinete, en su reunión semanal de los domingos, estudiará la posibilidad de crear una comisión (dirigida probablemente por un juez del Tribunal Supremo), a la luz de los últimos sondeo que indican que la mayoría de los israelíes han dejado de apoyar al Ejecutivo apenas tres meses después de que asumiera sus funciones.
 
El ministro israelí de Defensa, Amir Peretz, hizo un intento de responder a las críticas creando una Comisión formada por generales de la reserva y un hombre de negocios, pero ésta abandonó tras un día de deliberaciones porque se vio que su mandato era insuficiente. Numerosos miembros del Parlamento y parte de la opinión pública israelí, encabezada por un movimiento de reservistas que han empezado a denunciar fallos en la conducción de la guerra, reclaman que se investigue la responsabilidad de cada uno a nivel judicial. Olmert y Peretz hasta ahora han insistido en que se deberían examinar "los fallos y los logros" de la operación para sacar las conclusiones pertinentes de cara a un futuro enfrentamiento.
 
El primer ministro llegó incluso a decir, durante una visita esta semana del norte de Israel donde cayeron durante la guerra 4.000 cohetes de la milicia de Hezbulá, que no pensaba sumarse a quienes practican la "auto-flagelación". Olmert fue recibido en el norte por ciudadanos que denunciaban las deficiencias en materia de protección civil durante los ataques. Se quejaron de que los refugios donde tuvieron que vivir un mes no estaban adecuados y de que no se pusiera en marcha un plan de evacuación, entre otras cosas.
 
Los reservistas se quejan del abastecimiento durante la guerra
 
Paralelamente se ha ido formando un movimiento de reservistas que se quejan de las carencias de abastecimiento durante la guerra, de que no recibieron suficiente entrenamiento antes y de que se les daban órdenes contradictorias. Algunos han contado en la prensa que llegaron a no recibir comida durante 24 horas. Peretz esta semana ordenó que se llenen los almacenes del Ejército con material para los reservistas y que se empiece a entrenar a estos para "lo que pueda llegar".
 
Los reservistas han organizado ya varias marchas de protesta que han llegado hasta la sede del Gobierno y hasta la tumba de Golda Meir, una forma de recordar que ella dimitió tras la "guerra de Yom Kipur" de 1973. Este sábado se sumaron al movimiento varios familiares de soldados caídos en la guerra, como los padres del sargento Rafael Moskal que han amenazado a Olmert con una huelga de hambre si no dimite. Además de los reproches de los reservistas y de los habitantes del norte, en la prensa israelí y entre los distintos grupos políticos han resurgido también las críticas.
 
Por un lado, la derecha reprocha al Gobierno de coalición el que no lanzara a tiempo la ofensiva terrestre y el que, cuando lo hizo, la detuviera antes de alcanzar los objetivos por el alto el fuego. Por otro, han surgido críticas aisladas a la razón de ser de una guerra lanzada contra gran parte de Líbano por un secuestro. El hecho de que los dos soldados capturados por Hezbolá aún no hayan sido liberados mina fuertemente la credibilidad del Gobierno.
 
La mayoría de los israelíes quiere que Ehud Olmert dimita
 
Según una encuesta del Instituto Dájaf publicada este sábado por el diario Yediot Aharonot, el 63 por ciento de los israelíes quieren que dimita Olmert. El 74 por ciento pide la renuncia de Peretz, líder del Partido Laborista, un político con escasa experiencia militar y centrado hasta hace poco en temas sociales que, según sus críticos, ha querido demostrar que se atrevía con una guerra.
 
También son mayoritarios quienes piden la salida del jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, Dan Haluzt, que, como ex jefe de la Fuerza Aérea puso, a juicio de los expertos militares, demasiada fe en los bombardeos y tardó en entender que había que lanzar la campaña terrestre. En el diario conservador Jerusalem Post, algunos comentaristas han empezado a pedir que, más allá de la investigación judicial, se fuerce a Olmert a someterse a un voto de confianza. Si esto ocurre y pierde, las elecciones anticipadas que resultarían podrían -según los sondeos antes citados- dar la victoria al conservador Benjamín Netanyahu y a su partido Likud.

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