L D (EFE) "La clave es el crecimiento con estabilidad y la baja inflación. Esa es la prioridad del próximo Gobierno", declaró este lunes Fernández, vencedor –con más del 56 por ciento de los votos– de los comicios celebrados el domingo. A su juicio, el reto es transmitir confianza, para que puedan recuperarse los 3.000 millones de dólares "que han salido de nuestra economía en los últimos dos años".
Según Fernández, con el regreso de los capitales y el incentivo a la inversión extranjera la República Dominicana dispondrá de "las divisas que necesita para reducir la tasa de cambio y revalorizar el peso dominicano, con lo que disminuirá la inflación y mejorará el nivel adquisitivo de la población".
El líder del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) gobernará un país que atraviesa una profunda crisis económica y en el que la ciudadanía se las tiene que ver con unos altos niveles de inflación (42,6 por ciento en 2003; 24,3 por ciento en el primer trimestre de 2004) y una pronunciada depreciación de la moneda nacional frente al dólar estadounidense (del 17 a 1 de enero de 2000 se ha pasado al 45 a 1 vigente en la actualidad).
Fernández se ha impuesto como meta "recuperar el ritmo de crecimiento económico que teníamos en el periodo de 1996 a 2000, cuando logramos una tasa promedio anual de un 8 por ciento”.
Por otro lado, afirmó que no vuelve al poder "con sed de venganza ni con espíritu de retaliación (venganza)" contra el Gobierno saliente, comandado por su rival en los comicios del domingo, Hipólito Mejía. "Venimos al Gobierno para reafirmar la democracia, enfrentar los problemas severos y agudos que está padeciendo el pueblo dominicano", añadió.
Según Fernández, con el regreso de los capitales y el incentivo a la inversión extranjera la República Dominicana dispondrá de "las divisas que necesita para reducir la tasa de cambio y revalorizar el peso dominicano, con lo que disminuirá la inflación y mejorará el nivel adquisitivo de la población".
El líder del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) gobernará un país que atraviesa una profunda crisis económica y en el que la ciudadanía se las tiene que ver con unos altos niveles de inflación (42,6 por ciento en 2003; 24,3 por ciento en el primer trimestre de 2004) y una pronunciada depreciación de la moneda nacional frente al dólar estadounidense (del 17 a 1 de enero de 2000 se ha pasado al 45 a 1 vigente en la actualidad).
Fernández se ha impuesto como meta "recuperar el ritmo de crecimiento económico que teníamos en el periodo de 1996 a 2000, cuando logramos una tasa promedio anual de un 8 por ciento”.
Por otro lado, afirmó que no vuelve al poder "con sed de venganza ni con espíritu de retaliación (venganza)" contra el Gobierno saliente, comandado por su rival en los comicios del domingo, Hipólito Mejía. "Venimos al Gobierno para reafirmar la democracia, enfrentar los problemas severos y agudos que está padeciendo el pueblo dominicano", añadió.
Fernández ha acusado en numerosas ocasiones de corrupción al Ejecutivo de Hipólito Mejía; éste, al comienzo de su mandato, dio instrucciones a la justicia para que procediera contra altos funcionarios del anterior Gabinete Fernández, a los que acusó de haber incurrido en actuaciones dolosas.