LD (EFE) Los legisladores decidieron permitir los viajes irrestrictos de estadounidenses a Cuba por 227 votos a favor y 188 en contra, pese a que el Gobierno del presidente George Bush ha advertido que vetará la medida. La iniciativa está incluida en un proyecto general para financiar los programas del Departamento de Transporte y del Departamento del Tesoro. La medida prevé también levantar los límites que existían para el envío de las remesas de dinero que los cubanos residentes en EEUU pueden remitir a sus hogares en la isla, y recibió el respaldo de 222 legisladores y otros 196 votaron en contra.
La Cámara de Representantes aprobó una medida similar el año pasado, pero el tema quedó estancado durante los debates en el Senado. “La restricción de viajes impide a empresarios estadounidenses crear fuentes de trabajo en Cuba y en EEUU. Impide que los estadounidenses compartan sus mejores ideas e ideales con su cercano vecino y no hace nada por impulsar la causa de la libertad y la justicia social”, dijo el legislador demócrata Sam Farr. Añadió que la medida es contraria al concepto básico y constitucional que otorga el derecho a viajar libremente e impide que activistas de derechos humanos viajen a Cuba para proporcionar atención y educación al pueblo cubano.
El representante republicano de Arizona, Jeff Flake, dijo que la restricción a los viajes a Cuba “no sólo es inefectiva, sino que también coarta el derecho estadounidense fundamental de viajar y exportar los ideales y valores estadounidenses”. Agregó que se trata de “una cuestión de libertad para los estadounidenses. Hay libertad para viajar a Corea del Norte, a Irán, a Siria y a otros países donde la situación de los derechos humanos es terrible y donde la animosidad hacia EEUU es parte básica de la política exterior”.
La Cámara de Representantes aprobó una medida similar el año pasado, pero el tema quedó estancado durante los debates en el Senado. “La restricción de viajes impide a empresarios estadounidenses crear fuentes de trabajo en Cuba y en EEUU. Impide que los estadounidenses compartan sus mejores ideas e ideales con su cercano vecino y no hace nada por impulsar la causa de la libertad y la justicia social”, dijo el legislador demócrata Sam Farr. Añadió que la medida es contraria al concepto básico y constitucional que otorga el derecho a viajar libremente e impide que activistas de derechos humanos viajen a Cuba para proporcionar atención y educación al pueblo cubano.
El representante republicano de Arizona, Jeff Flake, dijo que la restricción a los viajes a Cuba “no sólo es inefectiva, sino que también coarta el derecho estadounidense fundamental de viajar y exportar los ideales y valores estadounidenses”. Agregó que se trata de “una cuestión de libertad para los estadounidenses. Hay libertad para viajar a Corea del Norte, a Irán, a Siria y a otros países donde la situación de los derechos humanos es terrible y donde la animosidad hacia EEUU es parte básica de la política exterior”.