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Brutal represión en las calles de Teherán de las protestas contra el fraude

La represión de las protestas de la oposición contra el fraude electoral que ha supuesto la reelección de Ahmadineyad está provocando un baño de sangre en Irán. El régimen continúa censurando a la prensa mientras el presidente electo culpa a los países extranjeros de la revuelta.

La represión de las protestas de la oposición contra el fraude electoral que ha supuesto la reelección de Ahmadineyad está provocando un baño de sangre en Irán. El régimen continúa censurando a la prensa mientras el presidente electo culpa a los países extranjeros de la revuelta.

L D (Europa Press) En las calles, los seguidores de Musavi se manifestaron el domingo por octavo día consecutivo para protestar por el supuesto fraude electoral de las elecciones presidenciales del 12 de junio, aunque por el momento parece que no se han reproducido los incidentes violentos registrados el sábado que se saldaron con al menos trece muertos, según reconoció la propia televisión pública iraní. Otras fuentes hablan de decenas de víctimas desde el comienzo de las protestas.

Varios blogs particulares hablan de importantes manifestaciones y de la fuerte presencia policial en Teherán a lo largo de todo el domingo, una información difícil de contrastar ante las restricciones impuesta por las autoridades a los medios de comunicación extranjeros.

Miles de policías están desplegados en la capital, según testigos presenciales, y muchos comercios permanecen cerrados. En cualquier caso, hasta ahora no han salido unidades del Ejército a las calles.

Las imágenes difundidas por los videoaficionados iraníes a través de internet mostraban a los manifestantes en las calles de Teherán y, especialmente, en la Universidad Azad de Teherán, donde se han suspendido los exámenes de fin de curso después de que unos 200 estudiantes se negaran a participar. Además, la amplia difusión ha comenzado a crear mártires como una mujer cuya muerte por disparos de supuestos adictos al régimen fue grabada en vídeo y difundida por páginas como la de Musavi: http://www.youtube.com/watch?v=7g7Gln6hxfQ. (las imágenes son de una extrema dureza)

La guerra mediática parece ya declarada y a las primeras medidas contra la libertad de expresión aplicadas la semana pasada por las autoridades se suma la orden de expulsión en 24 horas para el corresponsal de la televisión británica BBC, Jon Leyne. La cadena ya ha anunciado que pretende mantener abierta la corresponsalía, aunque no esté Leyne.

Un portavoz del Ministerio de Cultura y Guía Islámica confirmó la noticia, aunque no explicó las razones de la expulsión. Sin embargo, la radio pública se refirió a la "distorsión de las noticias relativas a la Respública Islámica de Irán y, en particular, de las noticias sobre las elecciones" al dar la noticia de su expulsión. También la agencia semioficial Fars acusó a Leyne de "enviar noticias e informaciones falsas".


Detención de los familiares de Rafsanyani

Otra nota destacable de las últimas protestas ha sido el arresto de la hija del ex presidente Alí Rafsanyani, Faezeh Rafsanyani, y de otros familiares de esta prominente figura del reformismo iraní. Faezeh y sus familiares fueron detenidos mientras participaban en las manifestaciones para "protegerles de los actos terroristas de los alborotadores".

Los detenidos fueron trasladados a la base militar más cercana, donde quedaron bajo custodia hasta que finalizaron los disturbios, lo que podría indicar que fueron puestos en libertad más adelante. Según estas fuentes, tanto Faezeh como su hermano, Mehdi, tienen prohibida la salida del país.

Faezeh fue una de los oradores durante un acto político de seguidores de Musavi, celebrado el pasado martes cerca de la sede de la televisión pública iraní. La concentración no estaba legalizada por las autoridades.

Sin embargo, el gran pilar sobre el que se asienta la postura de Musavi sigue siendo el ex presidente Mohamed Jatami, quien hizo su aparición para pedir la liberación inmediata de los manifestantes detenidos durante las manifestaciones. "La liberación inmediata de los detenidos durante las protestas puede calmar la situación en el país", afirmó Jatami en un comunicado citado por la agencia de noticias semioficial Mehr.

El dirigente reformista iraní advirtió además de las "peligrosas" consecuencias de impedir la celebración de manifestaciones de protesta y arremetió contra el Consejo de los Guardianes, el más alto órgano legislativo del país, al que consideró no adecuado para tramitar las reclamaciones por supuesto fraude en los comicios. "Llevar la reclamación a un órgano que no ha sido imparcial en las elecciones no es la solución", afirmó Jatami.

Los políticos se polarizan

Mientras, el líder de la oposición iraní, Mir Hosein Musavi, comienza a consolidar sus posiciones, con lo que se agudiza la polarización de la sociedad iraní y la represión ejercida por las autoridades que suman ahora una decena de muertos más por las manifestaciones del sábado. Al ya conocido respaldo a Musavi del ex presidente Mohamed Jatami se suma ahora la del ayatolá Hosein Alí Montazeri, un disidente y líder histórico de la Revolución Islámica.

"Resistirse a las demandas del pueblo está prohibido por la religión (...). Convoco tres días de luto nacional a partir del miércoles", afirmó Montazeri en un comunicado publicado en su página web. Montazeri fue uno de los líderes más prominentes de la Revolución Islámica de 1979, pero pronto manifestó sus discrepancias con la dirección que tomó el régimen islámico e incluso ha estado bajo arresto domiciliario algunos años.

También es significativo el discurso moderado del presidente del Parlamento iraní, quien realizó una llamada a la calma y emplazó a los opositores al régimen a que empleen la vía de la legalidad para conseguir sus propósitos.

"Lo que hay que hacer es separar a los que queman las tiendas y a los que atacan a la Policía y a las milicias Basij, que son los guardianes del país, de aquellos que critican los resultados de las elecciones", añadió en declaraciones recogidas por la cadena internacional del Gobierno iraní, Press TV.

Sobre el descontento reinante en la capital iraní, Lariyani solicitó a las autoridades iraníes que atiendan las quejas de la oposición, y que se les conceda "una oportunidad de expresar su punto de vista" en nuevos debates televisados.

Sin embargo, Lariyani arremetió contra "ciertos políticos extranjeros" por sus "maleducados comentarios y por sus intentos de posar como defensores de los Derechos Humanos en Irán". "Tengo que decir a (el presidente de EEUU Barack) Obama, a los británicos, a los franceses y a los alemanes que están interviniendo descaradamente en los asuntos internos de Irán. Les conocemos demasiado bien", declaró.

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