L D (EFE) La ONIC ha hecho un llamamiento a la solidaridad "al sistema de Naciones Unidas, a la comunidad internacional y a las ONG defensoras de los derechos humanos" y ha exigido a Bogotá que preste "atención integral y protección inmediata" a los pueblos indígenas, "ante la aguda y crítica situación humanitaria".
Los combates del ELN y las FARC "ponen en riesgo la vida de más de 600 indígenas, entre adultos y niños", puede leerse en el comunicado emitido por la ONIC. El grueso de los aborígenes amenazados por el terror izquierdista pertenece al pueblo uwa, pero también se están viendo afectados los betoye, los hitnu, los sikuani, los chiricoa, los cuiba y los piapoco.
La citada ONG ha alertado de que las FARC han amenazado a los aborígenes con declararles "objetivo militar" si no se convierten en chivatos de la organización terrorista "o si veían movimiento de miembros indígenas por nuestro territorio".
La ONIC ha pedido al Estado "investigar a los responsables de las graves violaciones de los derechos humanos, así como a las guerrillas y demás actores armados, por las infracciones del Derecho Internacional Humanitario cometidas contra las comunidades indígenas".
Asimismo, ha solicitado a las narcoguerrillas izquierdistas que respeten "los territorios, autoridades y miembros de las comunidades indígenas" y cesen en "sus hostilidades en los territorios, el uso de armamentos no permitidos, las minas antipersonal y los ataques indiscriminados contra la población (aborigen)".