L D (EFE) El colectivo de mujeres familiares de los 75 disidentes encarcelados en la "primavera negra de 2003", premio Sajarov del Parlamento Europeo en 2005, exhorta a la comunidad internacional a "exigir la liberación inmediata e incondicional de los 59 prisioneros de conciencia de los 75" y que los once con permiso "extrapenal por enfermedad" sean dejados en libertad.
También solicitan a los intelectuales que pidan a la dictadura de Castro poder visitar las prisiones al azar y conversar libremente con los "prisioneros de conciencia y políticos pacíficos". La agrupación agrega que el régimen no ha dado "ningún paso" hacia la democracia y el respeto de los derechos humanos, y, por el contrario, continúa con "la represión, las detenciones arbitrarias y los juicios a personas pacíficas".
Además, dicen que "se pretende que no existen prisioneros de conciencia o políticos pacíficos, sino que son presos comunes o terroristas al servicio de una potencia extranjera. Eso no es verdad". Recuerdan que, transcurridos cuatro años, 59 de los 75 continúan detenidos en las prisiones "bajo muy duras condiciones, junto a presos comunes de alta peligrosidad, y la mayoría padece serias enfermedades contraídas allí, sin asistencia médica adecuada ni los medicamentos necesarios".
Las "Damas de Blanco" advierten de que "todos están en peligro de morir, como sucediera a Miguel Valdés Tamayo", fallecido en enero de 2007 tras recibir permiso para salir del penal por motivos de salud en 2004. Los 75 fueron detenidos y condenados en juicios sumarísimos en abril de 2003 acusados de "atentar contra la independencia del Estado, conspirar con Estados Unidos y socavar los principios de la revolución".
También solicitan a los intelectuales que pidan a la dictadura de Castro poder visitar las prisiones al azar y conversar libremente con los "prisioneros de conciencia y políticos pacíficos". La agrupación agrega que el régimen no ha dado "ningún paso" hacia la democracia y el respeto de los derechos humanos, y, por el contrario, continúa con "la represión, las detenciones arbitrarias y los juicios a personas pacíficas".
Además, dicen que "se pretende que no existen prisioneros de conciencia o políticos pacíficos, sino que son presos comunes o terroristas al servicio de una potencia extranjera. Eso no es verdad". Recuerdan que, transcurridos cuatro años, 59 de los 75 continúan detenidos en las prisiones "bajo muy duras condiciones, junto a presos comunes de alta peligrosidad, y la mayoría padece serias enfermedades contraídas allí, sin asistencia médica adecuada ni los medicamentos necesarios".
Las "Damas de Blanco" advierten de que "todos están en peligro de morir, como sucediera a Miguel Valdés Tamayo", fallecido en enero de 2007 tras recibir permiso para salir del penal por motivos de salud en 2004. Los 75 fueron detenidos y condenados en juicios sumarísimos en abril de 2003 acusados de "atentar contra la independencia del Estado, conspirar con Estados Unidos y socavar los principios de la revolución".