L D (Agencias) Las mujeres, vestidas de blanco –algunas llevaban camisetas que mostraban las fotografías de familiares encarcelados–, se congregaron en un céntrico parque de La Habana. Desde allí iniciaron la marcha pacífica, que las llevó a la Dirección General de Establecimientos Penitenciarios y a la Asamblea Nacional del Poder Popular, el sucedáneo de Parlamento que tiene la Cuba comunista.
En ambas instituciones entregaron escritos que reclaman la libertad de los presos políticos y guardaron cinco minutos de silencio, que concluyeron con gritos de "Libertad, Libertad".
Las damas de blanco recorrieron a pie parte del largo trayecto que separa estas instituciones; más de cinco kilómetros de marcha en silencio, la mayor parte por la Quinta Avenida, una de las más importantes de la ciudad, donde se ubican varias embajadas y empresas extranjeras.
Un agente de tránsito llegó a retener la circulación para dejarles paso libre, mientras numerosos transeúntes y conductores curiosos se paraban a mirar esta inusual concentración de mujeres, que hicieron un alto frente a una popular iglesia habanera para rezar un Padrenuestro en la calle.
Las mujeres esperan que esta iniciativa no implique un deterioro de las condiciones del presidio de los opositores condenados. "Pedimos que no se recrudezcan las condiciones carcelarias de nuestros esposos por esta actitud. Es nuestro derecho luchar por los derechos de nuestras familias", dijo Dolia Leal, esposa de Nelson Aguiar.
En ambas instituciones entregaron escritos que reclaman la libertad de los presos políticos y guardaron cinco minutos de silencio, que concluyeron con gritos de "Libertad, Libertad".
Las damas de blanco recorrieron a pie parte del largo trayecto que separa estas instituciones; más de cinco kilómetros de marcha en silencio, la mayor parte por la Quinta Avenida, una de las más importantes de la ciudad, donde se ubican varias embajadas y empresas extranjeras.
Un agente de tránsito llegó a retener la circulación para dejarles paso libre, mientras numerosos transeúntes y conductores curiosos se paraban a mirar esta inusual concentración de mujeres, que hicieron un alto frente a una popular iglesia habanera para rezar un Padrenuestro en la calle.
Las mujeres esperan que esta iniciativa no implique un deterioro de las condiciones del presidio de los opositores condenados. "Pedimos que no se recrudezcan las condiciones carcelarias de nuestros esposos por esta actitud. Es nuestro derecho luchar por los derechos de nuestras familias", dijo Dolia Leal, esposa de Nelson Aguiar.
"La población empieza a inquietarse por nuestra situación"
"Por primera vez, Las damas de blanco tomaron las calles pacíficamente pidiendo la libertad de nuestros esposos, como las Madres de la Plaza de Mayo. Hicimos una marcha larga, el pueblo nos ha visto, nos ha preguntado, y la población empieza a inquietarse por nuestra situación", afirmó Laura Pollán.
La carta dirigida al presidente de la Asamblea Nacional, Ricardo Alarcón, pide una "amnistía a favor de los presos políticos cubanos" que incluya a los condenados por delitos contra la seguridad del Estado y desacato. "La generalidad de esos reos se encuentran privados de libertad pese a no haber cometido delito alguno", añade el escrito.
La excarcelación "sería muy bien acogida por nuestro pueblo y por la comunidad internacional, y permitiría tanto el desbloqueo de la situación crítica que está padeciendo nuestra patria como el mejoramiento de las relaciones internacionales de la República", puede leerse también en la misiva.
Por otro lado, el escrito dirigido al director general de Establecimientos Penitenciarios, el general Rafael Calderín, denuncia que los presos "están sometidos a temperaturas inadecuadas y (a) plagas de insectos y ratas, carecen de agua corriente y la que reciben no es potable, los alimentos son insuficientes y muchas veces están en mal estado, y la atención médica es mínima".
Las esposas exigen que los "prisioneros de conciencia del Grupo de los 75" sean reubicados en sus provincias de origen, colocados en un mismo destacamento y no junto a los presos comunes, que se autorice el envío de medicinas y se elimine el límite de entrega de alimentos.
"Por primera vez, Las damas de blanco tomaron las calles pacíficamente pidiendo la libertad de nuestros esposos, como las Madres de la Plaza de Mayo. Hicimos una marcha larga, el pueblo nos ha visto, nos ha preguntado, y la población empieza a inquietarse por nuestra situación", afirmó Laura Pollán.
La carta dirigida al presidente de la Asamblea Nacional, Ricardo Alarcón, pide una "amnistía a favor de los presos políticos cubanos" que incluya a los condenados por delitos contra la seguridad del Estado y desacato. "La generalidad de esos reos se encuentran privados de libertad pese a no haber cometido delito alguno", añade el escrito.
La excarcelación "sería muy bien acogida por nuestro pueblo y por la comunidad internacional, y permitiría tanto el desbloqueo de la situación crítica que está padeciendo nuestra patria como el mejoramiento de las relaciones internacionales de la República", puede leerse también en la misiva.
Por otro lado, el escrito dirigido al director general de Establecimientos Penitenciarios, el general Rafael Calderín, denuncia que los presos "están sometidos a temperaturas inadecuadas y (a) plagas de insectos y ratas, carecen de agua corriente y la que reciben no es potable, los alimentos son insuficientes y muchas veces están en mal estado, y la atención médica es mínima".
Las esposas exigen que los "prisioneros de conciencia del Grupo de los 75" sean reubicados en sus provincias de origen, colocados en un mismo destacamento y no junto a los presos comunes, que se autorice el envío de medicinas y se elimine el límite de entrega de alimentos.
Exigen la liberación de los presos políticos "por la sencillísima razón de que todos son inocentes"
"Demandamos la liberación de todos esos presos, por la sencillísima razón de que todos son inocentes. Pero mientras no se reconozca esa verdad, exigimos que se eliminen las inhumanas condiciones en que se encuentran esos presos de conciencia", dice la carta.
"Demandamos la liberación de todos esos presos, por la sencillísima razón de que todos son inocentes. Pero mientras no se reconozca esa verdad, exigimos que se eliminen las inhumanas condiciones en que se encuentran esos presos de conciencia", dice la carta.
La insólita marcha de este viernes sigue al ayuno de doce horas que siguieron este jueves las mujeres. Estos actos coinciden con el primer aniversario de la mayor oleada represiva desatada por la dictadura en los últimos tiempos, y que se saldó con la detención de 75 disidentes, que fueron condenados con posterioridad, en juicios sumarísimos, a penas de hasta 28 años de cárcel.