LD (EFE) En una denuncia presentada durante el 130 período de sesiones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la Organización de los Estados Americanos (OEA), el Directorio Democrático Cubano junto con el Colegio de Abogados han denunciado el peligro de muerte que corren muchos presos políticos en Cuba que han enfermado debido a las "condiciones inhumanas" en las cárceles de la isla.
Según esos grupos, lejos de acatar las recomendaciones de liberación inmediata y reparo a las víctimas establecidas por este organismo, el Gobierno de La Habana continúa atentando contra los derechos humanos de los presos políticos.
En marzo de 2003, más de setenta cubanos fueron detenidos y encarcelados por periodos de entre seis meses y veintiocho años por haber hecho públicas sus ideas, según los activistas. Desde entonces, dieciséis de ellos han sido excarcelados por motivos de salud, que las autoridades cubanas ha descrito con el término legal de "licencia extrapenal". Cinco de ellos han salido al exilio, mientras que los otros once, según los testimonios de la audiencia, "permanecen hostigados" en Cuba.
Laida Carro, activista del Directorio Democrático, dijo que el trato que reciben estos presos de conciencia "viola todo tipo de normas internacionales y la convención de Ginebra". Añadió que "las condiciones en las que tienen retenidos a estos presos les están ocasionando una muerte cruel y lenta. La vida se les acaba un poco cada día". Además denunció la falta de independencia jurídica en Cuba y que, pese a que los prisioneros presentan pruebas del maltrato físico, las autoridades cubanas los tachan de "mentirosos".
Por su parte, Yamilé Llanes Labrada, esposa del preso político José Luis garcía Paneque, condenado a veinticuatro años de prisión, aseguró que su marido padece de un síndrome de mala absorción intestinal y que las condiciones en la cárcel sólo empeoran su problema. Dijo que "para su recuperación depende de una dieta estricta imposible de conseguir en una cárcel cubana".