L D (EFE) La experta en explosivos Claire McGavigan, que testificó en el juicio que se celebra en el tribunal de Woolwich (este de Londres) contra los seis musulmanes británicos acusados en relación con esos ataques, que no causaron víctimas, explicó que las bombas –fabricadas con peróxido de hidrógeno, harina, acetona y ácido y preparadas para ser detonadas con peróxido de acetona (TATP)– tenían una potencia similar a la de la sustancia explosiva TNT.
McGavigan, que analizó el material de la mochila de uno de los supuestos terroristas, afirmó que las bombas podrían haber explotado con una fuerza tal que habrían esparcido la metralla a una velocidad de "cientos de metros por segundo". La deflagración, explicó la declarante, habría provocado "graves heridas, lesiones internas y la amputación de extremidades". En opinión de la experta, las mochilas-bomba no estallaron porque los detonadores no eran "suficientemente poderosos".
Los seis acusados (Muktar Said Ibrahim, de 28 años; Manfo Kwaku Asiedu, de 33; Hussain Osman, de 28; Yassin Omar, de 26; Ramzi Mohammed, de 25, y Adel Yahya, de 24) están acusados de conspirar para asesinar y causar explosiones, pero han negado los cargos.
Los presuntos terroristas perpetraron los atentados contra tres estaciones de metro y un autobús urbano de la capital británicos. Esos ataques fueron una copia macabra de los cometidos el 7 de julio del 2005 contra la red de transporte londinense, que causaron 56 muertos –incluidos los cuatro terroristas suicidas– y unos 700 heridos.
McGavigan, que analizó el material de la mochila de uno de los supuestos terroristas, afirmó que las bombas podrían haber explotado con una fuerza tal que habrían esparcido la metralla a una velocidad de "cientos de metros por segundo". La deflagración, explicó la declarante, habría provocado "graves heridas, lesiones internas y la amputación de extremidades". En opinión de la experta, las mochilas-bomba no estallaron porque los detonadores no eran "suficientemente poderosos".
Los seis acusados (Muktar Said Ibrahim, de 28 años; Manfo Kwaku Asiedu, de 33; Hussain Osman, de 28; Yassin Omar, de 26; Ramzi Mohammed, de 25, y Adel Yahya, de 24) están acusados de conspirar para asesinar y causar explosiones, pero han negado los cargos.
Los presuntos terroristas perpetraron los atentados contra tres estaciones de metro y un autobús urbano de la capital británicos. Esos ataques fueron una copia macabra de los cometidos el 7 de julio del 2005 contra la red de transporte londinense, que causaron 56 muertos –incluidos los cuatro terroristas suicidas– y unos 700 heridos.