LD (Agencias) Los resultados de los últimos comicios en Bélgica desvelan que la organización ultraderechista del Vlaaams Blok, que preconiza la disolución del país y la independencia de Flandes, obtuvo el 18 por ciento. La formación dirigida por Frank Vanhecke debería tener 18 ó 19 diputados en la nueva cámara, contra 15 en la asamblea saliente, de acuerdo con encuestas coincidentes. Los extremistas del Blok no sólo confirmarían su primera posición en su tradicional bastión, la ciudad de Amberes, sino que extenderían su influencia por toda la provincia de Flandes oriental. El también ultraderechista partido del Frente Nacional francófono, ganó terreno en Walonia. Al explicar el avance radical, el presidente del Partido Socialista de la región francohablante, Elio di Rupo, dijo que "hay un porcentaje importante de nuestros conciudadanos que votan por la extrema derecha", pero "no es gente de extrema derecha, es gente que está harta; harta de quedarse en la calle después de cuarenta años de trabajo o de vivir en viviendas insalubres".
Las elecciones legislativas registraron el hundimiento de los "verdes" y el avance de los socialistas, que disputan el puesto de primera familia política del país a los liberales, con quienes podrían volver a gobernar. Los ecologistas (Ecolo y Agalev) resultan los únicos perdedores de la inédita coalición federal "arco iris" que ha gobernado en Bélgica desde 1999. Los resultados provisionales confirman que los otros socios de gobierno -socialistas y liberales- han aguantado muy bien la erosión del poder e incluso mejorado sus posiciones. El primer ministro saliente, Guy Verhofstadt, declaró sonriente que su partido es el vencedor de estos comicios, aunque admitió que en Flandes todavía "se libra una lucha particularmente ajustada por el primer puesto" entre el VLD y los socialistas del SP.A-Spirit.
Las últimas estimaciones, añadió, parecen confirmar que el VLD sube algo más del dos por ciento y que, por lo tanto, "es la quinta vez que ganamos las elecciones" y la primera en la que triunfa un partido del primer ministro en ejercicio. Los socialistas suben en toda Bélgica, con incrementos especialmente marcados en el caso del partido socialista flamenco, el SPA, que acudió a estos comicios unido a Spirit, movimiento surgido de la escisión de los regionalistas flamencos de la Volksunie. En Valonia (sur) el éxito del partido socialista (PS) que dirige Elio di Rupo sitúa a esta formación como lista más votada de la región. Por su parte, el MR, impulsado por el muy popular ministro de Exteriores, Louis Michel, se convierte en el primer partido de la región bilingüe de Bruselas.
Las elecciones legislativas registraron el hundimiento de los "verdes" y el avance de los socialistas, que disputan el puesto de primera familia política del país a los liberales, con quienes podrían volver a gobernar. Los ecologistas (Ecolo y Agalev) resultan los únicos perdedores de la inédita coalición federal "arco iris" que ha gobernado en Bélgica desde 1999. Los resultados provisionales confirman que los otros socios de gobierno -socialistas y liberales- han aguantado muy bien la erosión del poder e incluso mejorado sus posiciones. El primer ministro saliente, Guy Verhofstadt, declaró sonriente que su partido es el vencedor de estos comicios, aunque admitió que en Flandes todavía "se libra una lucha particularmente ajustada por el primer puesto" entre el VLD y los socialistas del SP.A-Spirit.
Las últimas estimaciones, añadió, parecen confirmar que el VLD sube algo más del dos por ciento y que, por lo tanto, "es la quinta vez que ganamos las elecciones" y la primera en la que triunfa un partido del primer ministro en ejercicio. Los socialistas suben en toda Bélgica, con incrementos especialmente marcados en el caso del partido socialista flamenco, el SPA, que acudió a estos comicios unido a Spirit, movimiento surgido de la escisión de los regionalistas flamencos de la Volksunie. En Valonia (sur) el éxito del partido socialista (PS) que dirige Elio di Rupo sitúa a esta formación como lista más votada de la región. Por su parte, el MR, impulsado por el muy popular ministro de Exteriores, Louis Michel, se convierte en el primer partido de la región bilingüe de Bruselas.