La UE cede ante Raúl Castro y levanta las sanciones a Cuba

LD (Agencias) La Unión Europea ha optado por estrechar vínculos con la dictadura de Raúl Castro. Los Veintisiete jefes de Estado y de Gobierno reunidos en Bruselas acordaron ayer en el curso de una cena levantar las medidas diplomáticas impuestas en 2003 y abrir un diálogo incondicional. Por petición de la República Checa, la decisión será revisada dentro de un año y estará sujeta a la evolución de los derechos humanos en la Isla. En la actualidad, según la Comisión de Derechos Humanos de Cuba, existen más de 200 presos políticos.  

 

La revocación total supone un triunfo político para la dictadura pues con ayuda del Gobierno de Rodríguez Zapatero ha estado presionando a los estados miembros para alcanzar este punto. Las medidas diplomáticas, sin embargo, no iban en contra del régimen cubano sino en favor de la oposición democrática. Eran más simbólicas que sustantivas. 

 

De hecho, lo que más enojó al régimen castrista es que con estas sanciones la disidencia quedaba invitada a las recepciones y actos oficiales de los que por otra parte no se excluía a los representantes del gobierno. Tanto es así que en el marco de las sanciones, el ministro de Exteriores español, Miguel Ángel Moratinos, organizó su viaje oficial a la Isla en torno al establishment y dejó fuera de su agenda a la disidencia. ¿Qué hará ahora amparado por el nuevo horizonte de la UE?

 

 

Los jefes de Estado y de Gobierno de Europa llegaron a dicho compromiso durante una cena celebrada durante la cumbre, tras dos semanas de incertidumbres debido a las reticencias de República Checa, Suecia y, a última hora, Alemania, a estrechar lazos con la Isla.

 

Entre las medidas aplicada en 2003 y que se congelaron en 2005 por las presiones de La Habana y la intervención del Ejecutivo de Rodríguez Zapatero incluyen la limitación de las visitas gubernamentales de alto nivel de carácter bilateral –incumplida por Moratinos-; reducir la importancia de la participación de la UE en las manifestaciones culturales del régimen, e invitar a los disidentes cubanos a las ceremonias organizadas con ocasión de las fiestas culturales.

 

 

La revocación de las medidas -tal y como solicitaba la dictadura- supone que la Unión Europea favorecerá un proceso de diálogo político "recíproco, incondicional, no discriminatorio y orientado a conseguir resultados", en el marco de los "cambios emprendidos por el presidente Raúl Castro". Antes se hablaba de un "diálogo crítico".

 

"Creemos que los Castro necesitan dar ciertos pasos para mejorar las condiciones de los Derechos Humanos para los cubanos antes de que sea levantada cualquier sanción", señaló Johndroe, según informa la CNN.

 

 

El ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, expresó la satisfacción del Gobierno español, que ha encabezado este proceso, y subrayó que se ha impuesto "el sentido común y de futuro" con Cuba.

 

El jefe de la diplomacia española aseguró que la decisión demuestra la "autonomía y legitimidad" de la política de la UE frente a la postura de firmeza de EEUU.

 

Moratinos confió en que las autoridades de la isla respondan de forma "satisfactoria" al paso dado por la UE y faciliten un "diálogo franco, respetuoso, intenso y productivo". Así, subrayó que "lo deseable" sería que se acelerara la excarcelación de presos políticos, ya que "cuanto más rápido se liberen, mejor para todos".

 

Precisamente, su homólogo checo, Karel Schwarzenberg, advirtió de que el levantamiento de sanciones será revocado dentro de un año si el régimen no cumple con condiciones como la liberación de los encarcelados por sus ideas.

 

"Este proceso de diálogo debería incluir todos los ámbitos potenciales de cooperación, incluidos los sectores político, de los derechos humanos, económico, científico y cultural", indican las conclusiones.

 

Según esta iniciativa, el Consejo reconoce "los cambios emprendidos hasta la fecha por el Gobierno cubano", "apoya los cambios continuos de liberalización en Cuba" y "alienta a Raúl Castro a introducirlos, por coherencia con las intenciones que ha manifestado".

 

La UE se compromete, además, a "destacar ante el Gobierno cubano su punto de vista sobre la democracia, los derechos humanos universales y las libertades fundamentales" y a pedirle que respete la libertad de expresión e información.