L D (EFE) "Está claro que el status quo es insostenible" y para solucionarlo hace falta "una posición coordinada de la UE", afirmó el comisario europeo de Ampliación, Olli Rehn, en una conferencia de prensa tras el Consejo de Ministros.
El ministro español de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, precisó que el Gobierno de Rodríguez Zapatero insiste en el planteamiento de que "nunca en la Historia una declaración unilateral de independencia ha sido positiva". A nadie se le escapa las consecuencias políticas que la eventual declaración de independencia de Kosovo puede tener en países con problemas de nacionalismos periféricos como España.
El jefe de la Diplomacia portuguesa de Exteriores, Luis Amado, fue más cauto al explicar que la UE intentará acordar una posición común, que se podría alcanzar "a comienzos del próximo año", aunque para lograrla, dijo, "falta trabajo por hacer".
"Hay que garantizar que, cualquiera que sea la solución, se preserve la estabilidad de los Balcanes", señaló, por su parte, el Alto Representante para Política Exterior y Seguridad Común, Javier Solana, quien añadió que espera que la misión civil y policial que prepara la UE se apruebe el próximo viernes en la cumbre de líderes comunitarios.
Los ministros recibieron hoy el informe de Wolfgang Ischinger, representante de la UE en la Troika internacional para Kosovo, integrada también por EEUU y Rusia y que durante meses mantuvo un proceso negociador con Belgrado y Pristina en busca de un acuerdo que finalmente no se logró.
La Unión Europea espera ahora el debate en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que se reunirá el próximo día 19 para estudiar el futuro del territorio, administrado por la ONU desde 1999 y habitando por más de un 90 por ciento de albaneses.
El ministro británico de Exteriores, David Miliband, aseguró que los países de la UE tienen un "sentimiento de unidad realmente fuerte" respecto a Kosovo y la determinación de que Europa tendrá "el liderazgo" ante el futuro de la provincia serbia.
Miliband destacó la importancia de resolver adecuadamente el "problema de Kosovo", del que, en su opinión, dependerá la estabilidad de los Balcanes Occidentales.