LD (EFE) Fuentes oficiales del régimen chino han confirmado que las revueltas en el Tíbet se han extendido a otras provincias habitadas por población tibetana como Gansú, Sichuan y Qinghai. Los informantes, sin embargo, no han querido confirmar si en las últimas horas se registraron doce muertes más por los disturbios, tal y como han declarado miembros de organizaciones tibetanas en el exilio.
El jefe de la prefectura de Gansú, Mao Shengwu, explicó que los disturbios comenzaron el 15 de marzo en cinco condados al sureste de la provincia y "a juzgar por los signos, la destrucción fue organizada e inflamada por grupos separatistas de dentro y fuera de China para desestabilizar el orden social".
La montañosa zona de Aba, en el noroeste de Sichuan, y los condados de Xiahe, Maqu, Luqu y Jone y la ciudad de Hezuo al sureste de Gansú sufrieron las principales protestas, reconocieron las autoridades y en esta última, los manifestantes atacaron edificios oficiales y escuelas. Zhang Yusheng, un portavoz gubernamental en Pekín, añadió que las fuerzas del orden actuaron con "la máxima moderación" para sofocar las protestas, pero rehusó dar detalles de posibles bajas o lesiones.
En contraposición, la organización no gubernamental "Free Tibet Campaign", con sede en Londres, denunció que un mínimo de doce manifestantes fallecieron en el condado de Machu tras ser tiroteados por la policía durante los enfrentamientos. La prensa extranjera tiene el acceso vetado no sólo al Tíbet sino también a las provincias vecinas, por lo que resulta muy difícil obtener informaciones directas. No obstante, un equipo de la televisión canadiense CTV grabó imágenes de disturbios en una ciudad no identificada de la provincia de Gansú, en la que se ve a unos tibetanos a caballo tomando al asalto edificios oficiales y arriando la bandera china sustituyéndola por la tibetana.
Por otro lado, las autoridades chinas continúan la búsqueda casa por casa de sospechosos de participar en los disturbios de Lhasa, que en las últimas horas ya suman cerca de doscientas personas. El periódico oficial Tibet Daily informa que los sospechosos fueron arrestados por "poner en peligro la seguridad nacional, golpear, destrozar, saquear y otros crímenes graves", una terminología delictiva que en China puede suponer duras condenas, incluida la pena de muerte.
Ecos en el resto del mundo
Los ecos de la revuelta del Tíbet se dejaron sentir en otras partes del globlo. En San Francisco (EEUU) el consulado fue atacado por varios individuos que arrojaron un artefacto incendiario al edificio. En Berlin una protesta contra la represión de la dictadura comunista en el Tíbet terminó también en fuego y resultó herido leve una manifestante.
Las muestras de solidaridad para con la sociedad tibetana se vieron en otras ciudades del mundo.