L D (EFE) "Desde mi punto de vista personal hoy ha finalizado la II Guerra Mundial con todas sus consecuencias para la República Checa", dijo visiblemente emocionado el primer ministro, el socialdemócrata Vladimir Spidla, al conocer el resultado del referéndum, de carácter vinculante. Añadió que "hemos vuelto a aquellos tiempos en los que éramos fuertes y nuestras oportunidades grandes. Este paso reforzará a la República Checa en todas las áreas: política, científica, democrática, cultural y económicamente".
La República Checa se convierte así, tras Polonia, Eslovaquia, Hungría, Eslovenia, Lituania y Malta, en el séptimo país candidato al ingreso en la UE cuya ciudadanía refrenda el proceso de ampliación, que espera ver culminado el próximo 1 de mayo, durante la presidencia irlandesa del Consejo de ministros.
De los casi 8,5 millones de ciudadanos con derecho a voto y escrutado el 99,9 por ciento de los sufragios, un 77,3 por ciento de los ciudadanos apoyaron la integración y el 22,7 por ciento mostraron su rechazo.La tasa de participación del 55,2 por ciento fue ligeramente inferior a lo previsto, pero similar a la registrada en los comicios legislativos de junio pasado.
La joven república europea, a tan sólo 14 años de su retorno a la democracia, refrendó de forma convincente, durante los dos días de votación, la decisión de los políticos adoptada en la última cumbre de Atenas, que abrió la puerta a la mayor ampliación en la historia de la UE.
El resultado de la votación supone un balón de oxígeno para el actual Gobierno de coalición, integrado por socialdemócratas, democristianos y liberales, que disponen de una exigua mayoría de tan sólo un voto en el Parlamento checo.
La República Checa se convierte así, tras Polonia, Eslovaquia, Hungría, Eslovenia, Lituania y Malta, en el séptimo país candidato al ingreso en la UE cuya ciudadanía refrenda el proceso de ampliación, que espera ver culminado el próximo 1 de mayo, durante la presidencia irlandesa del Consejo de ministros.
De los casi 8,5 millones de ciudadanos con derecho a voto y escrutado el 99,9 por ciento de los sufragios, un 77,3 por ciento de los ciudadanos apoyaron la integración y el 22,7 por ciento mostraron su rechazo.La tasa de participación del 55,2 por ciento fue ligeramente inferior a lo previsto, pero similar a la registrada en los comicios legislativos de junio pasado.
La joven república europea, a tan sólo 14 años de su retorno a la democracia, refrendó de forma convincente, durante los dos días de votación, la decisión de los políticos adoptada en la última cumbre de Atenas, que abrió la puerta a la mayor ampliación en la historia de la UE.
El resultado de la votación supone un balón de oxígeno para el actual Gobierno de coalición, integrado por socialdemócratas, democristianos y liberales, que disponen de una exigua mayoría de tan sólo un voto en el Parlamento checo.