LD (Raúl Vilas) No hace falta un repaso exhaustivo a la hemeroteca de El País para encontrarse con infinidad de ejemplos del antisemitismo más burdo y de trazo grueso que caracteriza a este periódico. Tanto es así que hace unas semanas 14 miembros del Congreso de EEUU –10 demócratas y 4 republicanos– enviaron una carta al presidente del Gobierno, Rodríguez Zapatero, asustados por que en un medio de tanta difusión como El País se incite de esa forma al odio a los judíos.
Durante la pasada intervención militar israelí en Gaza contra los terroristas de Hamas, la mayoría de los medios de comunicación español dieron rienda suelta a su odio a Israel y, en muchos casos, no dudaron en respaldar a los terroristas islamistas. No sólo fue El País, pero este periódico se sitúo en la vanguardia de esa ola de antisemitismo. En el plano político el PSOE, apoyado por el lobby cine, organizó una manifestación contra la democracia israelí que terminó con el lanzamiento de piedras contra la Embajada de Israel en Madrid.
Hemos encontrados varios ejemplos de las barbaridades publicadas por El País. Fuentes estadounidenses consultadas por LD confirmas que han sido algunos de estos dibujos los que han motivado la carta de los congresistas.
Un dibujante que firma sus viñetas como Romeu se lleva la palma. De los muchos dibujos que ha publicado en este sentido destaca uno que retrata al personaje y al editor –el Grupo Prisa– que lo publica. Aparece un monigote que pregunta "¿Cómo alguien que ha sobrevivido al Holoausto es capaz de provocar otro" –nadie en su sano juicio equipararía lo sucedido en Gaza con el Holocausto, pero la banalización de la masacre de los judíos es la regla número uno de la propaganda antisemita– y le responde un judío, caracterizado con una gran nariz de acuerdo el estereotipo habitual de este tipo de propaganda, ya usada por los nazis y ahora también por Ahmadineyad, que dice "ahora hay somníferos que duermen hasta las conciencias". El primer paso para negar la condición humana de los judíos es representarlos como seres sin conciencia, como hicieron los nazis y, ahora medio siglo después, el diario El País.
En otra viñeta de este dibujante se reproduce la siguiente conversación: "¿Y por qué la ONU no hace nada?/ Ya lo hizo. En 1947 regalando media Palestina a los israelíes/ ¿Mejor que no se pronuncie?/ Mejor". Este es el segundo paso. Primero se presenta al judío como un ser sin conciencia y ahora se niega el derecho de Israel a existir.
Pero no piensen que esto se circunscribe sólo a la conmoción que produjo la guerra contra Hamas en Gaza. Ya en 2006 se publicaba un dibujo que banalizaba la masacre de más de seis millones de judíos a manos de los nazis. Firmado como El roto, aparecía un tanque con la bandera de Israel y un texto en el que se decía: "Anoche soñé que un tanque derribaba las paredes de mi casa, entraba en mi dormitorio y me hablaba del Holocausto, ¡Parecía totalmente real!"
Ya tenemos tres elementos de la basura antisemita que publica El País: banalización de la Shoá, presentar a los judíos como seres sin conciencia, negar el derecho de Israel a existir y si retrocedemos a 2001 encontramos un dibujo de Forges que aporta el cuarto elemento que demuestra que no estamos ante anécdotas o hechos aislados, sino que se trata de propagar el odio al judío de forma sistemática y deliberada: la equiparación de las víctimas y los verdugos (a los judíos con los nazis). En la viñeta aparece una caricatura del ex primer ministro israelí Ariel Sharon, como siempre representado malencarado, y una especie de duende que transporta un bigote como el de Hitler, y se puede leer "Clio, musa de la historia colocando a Ariel Sharon el bigote de Hitler".
Estos son sólo algunos ejemplos de la porquería que publica el periódico de los progresistas españoles.