Toda la prensa alemana de este domingo se cuestiona cómo es posible que una fiesta a la que en años anteriores acudieron más de un millón de personas de Alemania y del resto de Europa, en esta ocasión se preparara en un recinto de 230.000 metros cuadrados, la antigua estación de mercancías de Güter, que apenas podía albergar a 250.000 visitantes.
Meses antes de la tragedia de Duisburgo la policía y los bomberos locales comunicaron al alcalde de la ciudad numerosas deficiencias del plan de seguridad preparado para la "Loveparade", según informará en su edición de mañana el diario "Kölner Stadt-Anzeiger". En octubre de 2009 los bomberos advirtieron por escrito al alcalde, Adolf Sauerland, de que la antigua estación de mercancías de Duisburg no era el recinto apropiado para celebrar esta fiesta.
En el documento, los bomberos señalan al regidor que el espacio previsto, 230.000 metros cuadrados, con un aforo de 300.000 personas, no era suficiente para albergar a los cientos de miles e incluso más de un millón de personas que suelen acudir a estos eventos.
También en la policía había descontento ante la perspectiva de controlar el mayor festival de música electrónica del mundo.
El periódico de la ciudad de Colonia recoge en su edición del lunes declaraciones de un alto cargo de la policía. En ellas, el funcionario señala que algunos de los agentes veteranos destacados en el recinto señalaron que les parecía "increíble" que sólo hubiera un acceso de entrada y de salida. "Me sentiré aliviada cuando esto termine", asegura el oficial que le comentó una agente que inspeccionó el lugar hace semanas.
Varios medios, entre ellos la ZDF, la segunda cadena de la televisión pública alemana, aseguran que ya horas antes de la avalancha se produjeron advertencias y quejas por parte de visitantes ante el personal de la organización respecto a la situación en el túnel.
Reparto de culpas
Para el considerado "padre" del "Loveparade", el "Dr. Motter", de 50 años, los culpables son "los organizadores". "La desgracia podría haberse evitado", señala en el diario "Bild am Sonntag".
"Dr. Motter" habla de "extremas y graves infracciones" por parte de la organización. El fundador de la cita "tecno" se cuestiona el acceso al recinto "en el que la gente que iba y venía quedó atrapada en un túnel".
Otra de las recriminaciones se refiere a la seguridad, ya que para unas expectativas de público de más de un millón de visitantes apenas había 1.200 policías desplegados en la ciudad para la ocasión.
Desde el Ayuntamiento, el alcalde Adolf Sauerland, de la Unión Cristianodemócrata (CDU), defendía en una rueda de prensa el plan de seguridad planteado como "sólido" y achacó la desgracia a "errores personales".
La policía también es atacada por cerrar las puertas del recinto de Güter, como estaba previsto, a las 15.00 horas GMT, tras la llegada del cortejo festivo de 15 vehículos que recorrió la ciudad, cuando miles de personas esperaban en la puerta y otras miles aún se dirigían a la zona a través del túnel fatídico.
La prensa también recoge las críticas a la tardanza de los medios de emergencia en llegar, ya que la principal vía de emergencia, la autopista A-59 que discurre junto a la antigua estación, estaba cortada.
Frente a los ataques por tardar horas en desalojar el recinto y permitir que miles de jóvenes siguieran bailando al son de la música electrónica mucho después de la tragedia, un portavoz policial aseguró en una rueda de prensa que optaron por no suspender la fiesta inmediatamente para evitar que se repitiera el peligro de avalancha.
Investigación dela Fiscalía
La Fiscalía de Duisburgo inició inmediatamente una investigación mientras los medios alemanes señalan a la policía y a los organizadores de la fiesta como responsables de que una fiesta "tecno" multitudinaria acabara en un baño de sangre.
Schmilling acudió a una rueda de prensa testada de periodistas acompañado del alcalde de Duisburgo, Adolf Sauerland, del responsable del operativo policial, Wolfgang Rabe, y del principal organizador del festival de música electrónica "Loveparade", Reiner Schalle.
Para sorpresa de las decenas de periodistas que asistieron a la rueda de prensa retransmitida en directo por la televisión privada "N-TV", Rabe aclaró que, contrariamente a lo que se había difundido inicialmente en los medios, ninguna de las víctimas mortales falleció en el interior del túnel construido en los años 60 y de 10 metros de ancho. Los fallecidos perdieron su vida en las rampas circundantes o al tratar de trepar por una escalera, principalmente en el lado oeste de la entrada.
Un portavoz de los organizadores, Björn Köllen, se remitió a la investigación judicial al ser interpelado sobre la existencia de una única puerta de entrada al recinto festivo, situado en la antigua estación de mercancías de Duisburg.
Schmeling, por su parte, explicó que poco antes de la tragedia la policía habilitó un segundo acceso. El policía aclaró que en ningún momento se cerraron las puertas de la "Loveparade".