LD (EFE) La Policía egipcia ha dispersado con cañones de agua a cientos de palestinos que se arremolinaron en el paso fronterizo de Rafah, que une el sur de Gaza con Egipto, con la esperanza de cruzar al país vecino. De hecho, algunos palestinos consiguieron entrar por la fuerza en Egipto, mientras que otros, sobre todo jóvenes, lanzaron piedras contra los agentes apostados en la parte egipcia del cruce fronterizo, agregaron. Tres palestinos resultaron heridos por el impacto de las piedras.
La Policía egipcia empleó cañones de agua y otro tipo de material antidisturbios para contener a la multitud en el paso. Tras un año completamente cerrado, el paso fronterizo de Rafah iba a abrir este miércoles por segundo día consecutivo en virtud de un acuerdo entre El Cairo y los terroristas de Hamás, que controlan la franja.
Al igual que este martes, sólo podrían cruzarlo enfermos graves y viajeros de determinadas nacionalidades que se habían quedado atrapados a uno u otro lado de la frontera. Sin embargo, Rafah no llegó ni siquiera a operar, según fuentes de seguridad egipcias.