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La Policía del régimen castrista detiene a 30 Damas de Blanco

Agentes cubanos empujaron y arrastraron a una treintena de Damas de Blanco y las subieron a la fuerza a dos autobuses para disolver su de La Habana, que habían convocado como parte de las protestas por el séptimo aniversario del encarcelamiento de 75 disidentes en 2003.

Laura Pollán, portavoz del grupo disidente, declaró a Efe que el ómnibus la trasladó hasta su casa, y calificó lo ocurrido como un "secuestro" porque fueron "obligadas". Los agentes, en su mayoría mujeres vestidas de civil o con uniformes del ministerio del Interior, obligaron a las integrantes de las Damas de Blanco a subir a los autobuses en medio de una operación en la que también participaron policías uniformados para cerrar las calles adyacentes.

Las Damas de Blanco, familiares de los 75 opositores detenidos en la oleada represiva de 2003, asistieron este miércoles a misa en una iglesia de Párraga, barrio de las afueras de La Habana, y después tenían previsto visitar al opositor Orlando Fundora, que está en huelga de hambre desde hace días.

Cuando las disidentes abandonaron el templo, unos 300 partidarios de la dictadura comenzaron a seguirlas y hostigarlas con gritos y consignas a lo largo de unos dos kilómetros, a medida que más personas se sumaban a la contra manifestación.

Las Damas, que vestían de blanco y portaban gladiolos como es habitual, se manifestaron con gritos de "libertad" y "asesinos", al tiempo que los simpatizantes del gobierno respondieron "abajo la gusanera" y "que se vayan".

Mientras caminaban, un cordón de agentes del ministerio del Interior rodeó a las mujeres, hasta que finalmente un autobús de pasajeros vacío bloqueó la calle y fueron forzadas a marcharse en él y en otro que llegó después, empujadas y arrastradas, muchas con sus ropas blancas embarradas. El operativo incluyó una ambulancia y un vehículo de las brigadas especiales de la policía y concluyó con cientos de manifestantes del régimen gritando consignas a favor de los dictadores Raúl Fidel Castro, que llevan más de 51 años en el poder.

Los autobuses trasladaron a las Damas de Blanco directamente hasta la casa de Pollán, en el centro de La Habana. Entre las Damas estaba Reyna Tamayo, madre del disidente cubano muerto en febrero tras una huelga de hambre de 85 días, Orlando Zapata. La dictadura cubana acusa a los disidentes de "delincuentes comunes" y "mercenarios" al servicio de Estados Unidos, y niega que haya "presos políticos".

Pollán declaró a Efe que está "arañada, raspada" y, al parecer, con un "dedo fracturado", al tiempo que señaló que "los militares" les hicieron "gestos obscenos". "Lo único que íbamos a hacer era ir a la iglesia y después visitar a Fundora. Hoy no íbamos a ningún lugar 'sagrado", dijo Pollán, en referencia a que no tenían planes de protestar ante ningún edificio gubernamental, como hicieron el martes.

La víspera, las mujeres protestaron ante la sede de la oficialista Unión de Periodistas de Cuba, donde Pollán hizo un llamamiento a los informadores cubanos a que presten atención al caso de los 53 opositores del grupo de los 75 que todavía permanecen en prisión.

En esa ocasión, unos 150 partidarios del gobierno cubano hostigaron a las mujeres por calles del centro de la capital cubana con gritos y consignas. Al igual que el martes, este miércoles fue retenido un hombre no identificado que estaba entre las manifestantes.

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