LD (Agencias) Un total de 318 personas han sido detenidas desde el miércoles pasado en relación con la investigación del asesinato del primer ministro de Serbia Zoran Djindjic, informó la Policía. Contra 307 de los arrestados ha sido dictada orden de detención de 30 días, mientras cuatro de los detenidos pidieron acogerse al estatuto de "testigo protegido", posibilidad introducida a finales de 2002 con el objetivo de reforzar la lucha contra la delincuencia organizada. En posesión de los detenidos fueron encontradas gran cantidad de armas ilegales.
Los cuatro "testigos protegidos" confirmaron las sospechas de que, durante el régimen de Slobodan Milosevic, "el cártel de Zemun" contaba con ayuda de miembros de la Policía y de la seguridad del Estado y participó en asesinatos políticos y narcotráfico, según el comunicado de la Policía. Agrega que la organización delictiva estuvo directamente vinculada, mediante la red europea, con el narcotráfico colombiano. "Sus actividades continuaron también después del cambio de poder (en octubre de 2000), dedicándose ante todo a secuestros y al tráfico de drogas. En ajustes de cuentas ente bandas criminales perpetraron más de 50 asesinatos", señaló.
El Ministerio de Justicia ordenó hoy el refuerzo de las medidas de seguridad en las cárceles, que supone también la supresión del derecho de los presos a recibir visitas y mantener cualquier contacto con el exterior. Tras el asesinato de Djindjic, en Serbia fue proclamado el estado de excepción y se adoptaron una serie de medidas especiales que amplían los poderes de la Policía en la lucha contra la delincuencia organizada.
Los cuatro "testigos protegidos" confirmaron las sospechas de que, durante el régimen de Slobodan Milosevic, "el cártel de Zemun" contaba con ayuda de miembros de la Policía y de la seguridad del Estado y participó en asesinatos políticos y narcotráfico, según el comunicado de la Policía. Agrega que la organización delictiva estuvo directamente vinculada, mediante la red europea, con el narcotráfico colombiano. "Sus actividades continuaron también después del cambio de poder (en octubre de 2000), dedicándose ante todo a secuestros y al tráfico de drogas. En ajustes de cuentas ente bandas criminales perpetraron más de 50 asesinatos", señaló.
El Ministerio de Justicia ordenó hoy el refuerzo de las medidas de seguridad en las cárceles, que supone también la supresión del derecho de los presos a recibir visitas y mantener cualquier contacto con el exterior. Tras el asesinato de Djindjic, en Serbia fue proclamado el estado de excepción y se adoptaron una serie de medidas especiales que amplían los poderes de la Policía en la lucha contra la delincuencia organizada.