El pasado domingo, Reyna Luisa Tamayo Ranger acudía, junto a las Damas de Blanco, a la Iglesia de Banes, para rezar por su hijo fallecido tras tres meses en huelga de hambre. A la salida del oficio, las mujeres fueron asaltadas por la policía política de la isla, que según ha dicho en Radio Martí: "Lo tenían todo vigilado meticulosamente".
Reyna Luisa cuenta que "según estábamos caminando hacia la casa de Marta Díaz Rondón, ellos estaban atrás observando, hasta ahí llegaba la turba" contaba, en referencia a un nutrido grupo policial que las vigila "constantemente".
"Ahí fue donde me agredieron" indicó, asegurando que también formó parte de la agresión "el mayor de seguridad del Estado, nombrado Damián, pero que dicen que se llama Douglas, porque ellos se cambian los nombres" asegura.
"Me dieron con un palo por el codo y por el hombro, que tengo sumamente alterado el lado mismo que me tiraron la bicicleta en Camagüey, ahí me dio la turba" aseguró. También emplearon "insultos y palabras obscenas" contra ellas precisó la Dama de Blanco.
Además, a "la seguridad del Estado de Holguín y de Banes" se sumaron decenas de partidarios del régimen, que también acosaron a las mujeres a la salida de la Iglesia. La madre del disidente fallecido asegura que este hecho se encuadra en acoso más amplio por parte del castrismo, ya que "ni siquiera me dejan salir de casa para ir a la Iglesia o a visitar la tumba de mi hijo" llegando a afirmar que "la seguridad del estado está manifestándose violentamente en contra de esta madre" así como "al resto de mis familiares".
Pero este atropello no logrará el final de las protestas de las muejeres, que seguirán orando cada domingo por la libertad de los presos políticos, y acudiendo a la Iglesia a rezar por ellos: "Vamos a seguir caminando domingo a domingo por la iglesia, vamos a derramar nuestra sangre por la libertad y la democracia del pueblo cubano " reitera Reyna Luisa, quien concluye con una petición: "Mi hijo fue asesinado, no tengan compasión con los Castro"