La planta nuclear iraní de Isfahan está a pleno rendimiento tras la ruptura de los precintos de la AIEA

LD (EFE) Una vez retirados los precintos, Teherán tiene previsto retomar la plena actividad en la citada central, acondicionada para transformar polvo de uranio concentrado en gas hexafluoruro UF6, proceso previo al enriquecimiento de este elemento radiactivo.

Irán retomó parte de su controvertida actividad nuclear en la central de Isfahan el lunes, pese a las advertencias de la UE y las amenazas de EEUU, que le acusa de ocultar un programa secreto para la adquisición de armamento nuclear. Ante ese nuevo desafío, la tríada negociadora de la Unión Europea –Alemania, Francia y Reino Unido– convocó una reunión urgente de la Junta de Gobernadores de la OIEA el martes en Viena, donde su director general, Mohamed El Baradai, instó a las partes a proseguir las negociaciones.

Sin embargo, la reunión hubo de ser suspendida este miércoles por falta de acuerdo y se retrasó a este jueves. La Casa Blanca presiona desde hace meses para que la polémica salte la AIEA y llegue al Consejo de Seguridad de la ONU, donde intentará que Irán sea sancionado. Fuentes en Viena han indicado que los delegados de los 35 países integrantes del organismo no han podido llegar a un acuerdo sobre el lenguaje a utilizar en el texto de protesta.

 

Según fuentes diplomáticas, la suspensión se debe a que no está a la vista un acuerdo sobre el lenguaje de una resolución que inste a Irán a seguir negociando con la Unión Europea (UE) y mantener la suspensión de todas las actividades relacionadas con el enriquecimiento de uranio.