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La OTAN envía refuerzos para contener la ola de violencia en Kosovo

La OTAN ha enviado este jueves refuerzos a Kosovo para contener la ola de violencia desatada por los albaneses contra los serbios de la provincia, que han causado desde el miércoles 31 muertos y medio millar de heridos. Este jueves se han producido choques entre grupos de albaneses y las tropas de la fuerza KFOR de la OTAN, que intentaban impedir su avance hacia enclaves de población serbia, sobre todo en Mitrovica (norte).

La OTAN ha enviado este jueves refuerzos a Kosovo para contener la ola de violencia desatada por los albaneses contra los serbios de la provincia, que han causado desde el miércoles 31 muertos y medio millar de heridos. Este jueves se han producido choques entre grupos de albaneses y las tropas de la fuerza KFOR de la OTAN, que intentaban impedir su avance hacia enclaves de población serbia, sobre todo en Mitrovica (norte).
L D (Agencias) A medio centenar de serbios del enclave de Obilic, próximo a Pristina, la policía de la misión UNMIK de la ONU tuvo que evacuarlos a la cercana población de Plemetina, desde donde uno de ellos, Mirce Jakovljevic, clamó, en declaraciones a la radio belgradense B92, por que les dieran armas para defenderse.

Fuentes locales dijeron que hubo varios heridos y casas quemadas en Obilic. Desde Mitrovica, el encargado de Kosovo en el Gobierno serbio, Nebojsa Covic, anunciaba que los serbios están organizándose para defenderse en aquellos puntos donde la presencia de la KFOR es insuficiente o nula. "Esta es quizás la batalla decisiva por Kosovo y por la supervivencia de los serbios" en la provincia, dijo Covic, quien informó de que estaba en contacto permanente con el jefe de la UNMIK, Harri Holkeri.

Esta es la peor ola de violencia étnica desde que la UNMIK y la KFOR se hicieron cargo de la situación en Kosovo, cuando acabó la guerra en junio de 1999. La gravedad de la situación llevó al Ejército serbio-montenegrino a ofrecerse a entrar en Kosovo (de donde debió replegarse tras la guerra) para ayudar a la KFOR, pero la OTAN rechazó esa ayuda y anunció refuerzos.

Refuerzo militar

Unos 200 soldados italianos y estadounidenses llegaron este jueves procedentes de la vecina Bosnia, mientras el Reino Unido dijo que 750 efectivos con base cerca de Londres estarán desplegados en Kosovo en los próximos cuatro días. La OTAN tenía previsto seguir reduciendo este año sus tropas en Kosovo, donde hay destacados 18.500 soldados. Holkeri llamó a la calma y, junto al jefe de la KFOR, Holger Kammerhoff, recibió en Pristina al comandante de la Alianza para el sur de Europa, Gregory Johnson.

Los tres representantes internacionales lograron que los líderes albaneses de Kosovo suscribieran con ellos un llamamiento en el que destacaron que "no hay excusa para la violencia y ésta debe parar inmediatamente". Kammerhoff autorizó a sus soldados a usar la fuerza indispensable para protegerse a sí mismos y a la población.

"Todos los ciudadanos de Kosovo, ante todo los miles de albaneses que atacan a la KFOR, a la policía (de la ONU), a los enclaves y las iglesias serbias, tienen que tener claro que la KFOR está decidida a cumplir su misión", advirtió. El portavoz de la policía de la ONU, Derek Chappell, admitió que el objetivo "único" de los ataques del miércoles "fueron los serbios, sus casas, sus iglesias" y que lo sucedido parece planeado.
 
Manifestaciones en Belgrado

Este jueves hubo manifestaciones de albaneses en varias localidades de Kosovo, para exigir la independencia, y de serbios por distintas ciudades de Serbia, incluida Belgrado, donde el primer ministro, Vojislav Kostunica, y el Patriarca ortodoxo, Pavle, encabezaron la marcha de protesta de unas 5.000 personas. Kostunica instó a no responder a la violencia con violencia, tras la quema de dos mezquitas en Belgrado y la meridional Nis el miércoles por la noche. La Policía anunció que ha detenido a 90 personas por esos sucesos, en los que hubo unos 40 heridos, la mayoría agentes.

Kostunica reiteró su propuesta de dar a los serbios una autonomía territorial en Kosovo donde se puedan sentir seguros, que los albaneses mayoritarios y la UNMIK rechazaron ya, y pidió una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU. El primer ministro de Albania, Fatos Nano, responsabilizó de lo sucedido a los serbios al recordar que la violencia comenzó tras ahogarse dos niños albanos en el río de Mitrovica, según los albaneses, cuando los perseguían unos serbios.

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