En un artículo redactado desde Holguín, en Cuba, y transmitido por Cuba Democracia ¡Ya!, el poeta y periodista disidente Luis Felipe Rojas ha denunciado que la "muerte evitable" de Zapata ha sido el resultado de "siete pasos finales" puestos en marcha por "la maquinaria represiva" para acabar con su vida.
El primer paso, afirmó el periodista, fue "ese teatro para jurídico que llegó a imponerle 63 años de condena de cuatro iniciales por desacato". Los siguientes pasos, prosiguió, fueron "las golpizas continuas acompañadas de palabras obscenas e insultos a su raza y región donde vivía" y su traslado a "cárceles tan distantes de la vivienda de su madre".
Asimismo, otro "paso" que condujo a la muerte de Zapata fueron las palizas que recibió en noviembre de 2009 en la cárcel de Holguín "cuando lo derribaron de un 'cabillazo' en una pierna y le dejaron la huella en la rodilla, y que hoy ha podido ver de nuevo su madre cuando abrió el féretro allá en su casita de Banes". Aparte, prosiguió Rojas, "el hecho que lo determinó a declararse en huelga de hambre" fue el "traslado forzoso a Camaguey y el robo de sus pertenencias el 3 de diciembre, donde le confiscaron los únicos alimentos que él comía en la prisión".
Por último, Luis Felipe Rojas denunció que las autoridades decidieron "retirarle el agua por 18 días en medio de la huelga, aún cuando él había declarado que se declaraba en huelga de hambre pero que sólo tomaría pequeñas cantidades de agua" y aseguró que el "séptimo paso" fue "la maniobra de llevarlo de un hospital de Camaguey a una sala de penados en el oeste de la Habana, sala que no tiene condiciones para albergar presos en estado de gravedad".
"Por favor no sigan diciendo que al Gobierno se le fue la mano", aseveró Luis Felipe Rojas, corresponsal en Holguín del diario digital 'Encuentro en la Red', ubicado en Madrid, y de Radio Martí y Radio República, en Miami. "La orden de ejecución estaba dada desde la oficina del general Raúl Castro Ruz", concluyó.