L D (EFE) El Consejo Nacional Electoral (CNE) reconoció en marzo pasado que los adversarios de Chávez habían reunido en noviembre 1,9 millones de rúbricas válidas, pero consideró "dudosas" otros 1,1 millones, que ahora podrán ser confirmadas por sus titulares en los tres próximos días. La Constitución venezolana marca un mínimo de 2,4 millones de electores (20 por ciento del electorado) para poder convocar el referendo revocatorio presidencial.
El 4 ó 5 de junio el Poder Electoral anunciará el resultado de estas jornadas de "reparo" (verificación), que de ser exitosas para la oposición conllevarían la celebración del referendo el 8 de agosto. En caso contrario, los adversarios del presidente deberán esperar a las próximas elecciones generales de 2006 para intentar poner fin a su mandato. El Gobierno y sectores afines han declarado que aceptarán los resultados del proceso de verificación "sean cuales fueren", e irían al referendo, pero aseguran que la oposición no conseguirá el mínimo de firmas necesarias para su convocatoria.
Aunque la coalición opositora Coordinadora Democrática ha denunciado reiteradamente intentos del Gobierno para impedir la celebración del proceso de "reparos", también ha aceptado la vía democrática y electoral en su enfrentamiento contra Chávez. El presidente, acusado por la Coordinadora de tratar de establecer en Venezuela un régimen comunista castrista, sobrevivió en abril de 2002 a un golpe de Estado, que le apartó del poder durante 48 horas.
También superó cuatro huelgas generales en busca de su renuncia, la más radical durante 63 días entre diciembre de 2002 y febrero 2003, que dejó prácticamente paralizada la vital industria estatal petrolera de Venezuela, quinto exportador mundial de crudo. Chávez ha denunciado adicionalmente varios intentos de magnicidio y una reciente "invasión extranjera", financiada por sus detractores internos y externos, que fue abortada a principios de mayo tras la captura cerca de Caracas de más de un centenar de colombianos, vestidos con uniformes militares venezolanos.
La oposición dice que el presidente no aceptará salir del cargo democráticamente, y no ha dejado de hacer llamamientos a la insurrección civil y de la Fuerza Armada Nacional (FAN) para arrebatarle el poder por la fuerza. El ala más moderada de los opositores, que hasta ahora no había expresado una voluntad clara de respetar resultados electorales adversos, condicionó en las últimas horas su reconocimiento a eventuales triunfos "chavistas" a que le sean aceptadas sus exigencias. Entre ellas, ha pedido mayores seguridades en los centros electorales, auditoría de los libros de base para la confirmación de rúbricas, y que se compruebe la calidad de la tinta que "marcará" a quienes firmen, para que no puedan volver a hacerlo.
La FAN ha advertido que no tolerará alteraciones del orden público durante la fase de confirmación de firmas, y se ha comprometido "a resguardar de principio a fin el desarrollo de todo el proceso", bajo la observación internacional de la Organización de Estados Americanos (OEA) y el Centro Carter de Estados Unidos El ministro de Defensa, general Jorge Luis García, destacó que la Fuerza Armada Nacional "está convencida de que la población venezolana sabrá comportarse con respeto a las normas y a los derechos de todos los ciudadanos, independientemente de sus opciones políticas".