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La oposición de Argelia se une para intentar desbancar al presidente Buteflika

Ante las presidenciales argelinas de abril próximo, once líderes de la oposición se han unido para exigir la dimisión del gobierno, al que acusan de preparar unas elecciones fraudulentas. La oposición se unió para intentar desbancar al presidente Abdelaziz Buteflika, aunque éste todavía no se sabe si se postulará a la reelección o suscribirá el consejo de sus detractores, que le aconsejan no presentarse.

L D (EFE) El promotor principal de la operación contra Buteflika es el antiguo jefe de la Marina de Guerra, el general retirado Rachid Benyelles, que se postula como candidato a las presidenciales.
 
Su condición de militar retirado hizo pensar a varios políticos locales que la iniciativa cuenta con el apoyo de algunos miembros de la cúpula militar en activo.
 
Hasta el momento, Benyelles consiguió el respaldo de cinco ex primeros ministros: Alí Benflis, Mulud Hamruche, Reda Malek, Ahmed Benbitur y Mokdad Sifi, del que por ahora tan sólo el primero confirmó su candidatura a los comicios de abril. Las otras personalidades que firmaron el texto en el que se pide la dimisión del gabinete, comprenden a dos jefes de partido: Said Sadi del RCD y Buguerra Soltani del Movimiento de la Sociedad por la Paz (MSP), otra formación integrista legal.
 
Los tres últimos firmantes son el antiguo jefe de la diplomacia, Ahmed Taleb Ibrahimi; Vherif Belkacem, uno de los "históricos" de la revolución argelina, y el abogado Alí Yahia Abdennur, dirigente de la Liga Argelia de Defensa de los Derechos del Hombre (LADDH). El proscrito Frente Islámico de Salvación (FIS) está en cierta forma representado en la operación a través de Yahia, principal defensor de sus miembros encarcelados y con estrechas relaciones con sus dirigentes.

La declaración suscrita por las once personalidades acusa a Buteflika de abuso de poder, y al gobierno que dirige Ahmed Uyahia de instrumentalizar la Justicia y atentar contra el pluralismo político. El "frente común" viene a ser el colofón de una campaña contra el actual jefe del Estado iniciada por una parte de la prensa privada y secundada por otros sectores de la vida social, en particular entre la elite financiera del país.

 
Argelia tiene un pasado de fraude en los procesos electorales organizados desde 1962, pero nunca como ahora se había organizado una campaña para conseguir la derrota del primer mandatario del país, tras haberse constatado que éste no cuenta con el aval de los generales.

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