LD (EFE) Con el apoyo de diez miembros y la abstención de cinco, entre ellos China y Rusia, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó la creación de un tribunal especial para el Líbano, resolución promovida por EEUU y Francia. Entre sus varias misiones destaca el juzgar a los culpables del asesinato en 2005 del ex primer ministro Rafiq Hariri.
El tribunal, que tendrá un mandato de tres años, entrará en vigor el 10 de junio en un lugar aun no determinado si para esa fecha ha recibido el visto bueno del parlamento libanés. La resolución aprobada invoca el Capítulo VII de la Carta de la ONU, que aborda las amenazas a la paz y la seguridad mundial y prevé sanciones y la intervención militar en caso de desacato.
Esa disposición explica la postura de los cinco miembros del máximo órgano de decisión de Naciones Unidas que se abstuvieron de apoyarla y que consideraron que la resolución supone "una injerencia" en los asuntos internos libaneses. Tanto EEUU como Francia expresaron, por el contrario, su satisfacción por la adopción del texto, que fue asimismo bien acogida por el Gobierno del Líbano, cuyo primer ministro, Fuad Siniora, había solicitado la creación del tribunal en contra de la opinión de otros sectores de su país.