LD (Agencias) Los integrantes del Consejo Permanente de la OEA han sido incapaces de condenar la reciente ola de represión y muerte lanzada por el régimen de Fidel Castro contra disidentes, activistas de derechos humanos y periodistas independientes. Tras cuatro horas de debate en el que las delegaciones repudiaron las violaciones a los derechos humanos en Cuba, los representantes no pudieron acordar el alcance de sus competencias para debatir cuestiones sobre un país suspendido de ese foro desde 1962. Al final, la propuesta presentada por la delegación nicaragüense, respaldada por EEUU y Costa Rica, no llegó a someterse a votación.
Durante el presente mes, tribunales cubanos condenaron a 1.454 años en conjunto a 75 disidentes acusados de atentar contra la independencia del Estado y "conspirar" con EEUU, y tres secuestradores de una lancha con la que pretendían llegar a Florida fueron ejecutados. Al respecto, la embajadora nicaragüense, Carmen Marina Gutiérrez, declaró que la OEA "no puede quedarse al margen del clamor mundial" por esos abusos. En contraparte, el jefe de la Sección de Intereses Cubanos en Washington, Dagoberto Rodríguez, dijo a la prensa que Washington está creando las condiciones para desatar una crisis en las relaciones con La Habana "que justifique futuras acciones".
En la OEA, el embajador de Venezuela, Jorge Valero, advirtió de que "el diálogo sobre Cuba es necesario", pero que el ámbito para el debate sobre derechos humanos es la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)". El embajador de Brasil, Valter Pecly Moreira, dijo que "después de un silencio de más de cuarenta años, la introducción abrupta (del asunto de Cuba) no contribuye al fortalecimiento de esta institución" . Señaló que su Gobierno no apoyará la propuesta nicaragüense y "se opone a las acciones de aislamiento, como los embargos, que tampoco son positivas".
El embajador chileno, Esteban Tomic, opinó que el CP es el ámbito adecuado para esta discusión, y agregó que "si esto es un asunto político, éste es el ámbito, y si no se ha hecho (el debate) en cuarenta años es buena noticia que Cuba vuelva a la mesa". Por su parte, el embajador mexicano, Miguel Ruiz Cabañas, también consideró que el escenario de discusión debe ser la CIDH "porque aquí, en el Consejo Permanente, Cuba no tiene voz". En el mismo sentido se expresó, en nombre del Comunidad Caribeña (CARICOM), la embajadora de St. Lucía, Sonia Johnny.
Durante el presente mes, tribunales cubanos condenaron a 1.454 años en conjunto a 75 disidentes acusados de atentar contra la independencia del Estado y "conspirar" con EEUU, y tres secuestradores de una lancha con la que pretendían llegar a Florida fueron ejecutados. Al respecto, la embajadora nicaragüense, Carmen Marina Gutiérrez, declaró que la OEA "no puede quedarse al margen del clamor mundial" por esos abusos. En contraparte, el jefe de la Sección de Intereses Cubanos en Washington, Dagoberto Rodríguez, dijo a la prensa que Washington está creando las condiciones para desatar una crisis en las relaciones con La Habana "que justifique futuras acciones".
En la OEA, el embajador de Venezuela, Jorge Valero, advirtió de que "el diálogo sobre Cuba es necesario", pero que el ámbito para el debate sobre derechos humanos es la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)". El embajador de Brasil, Valter Pecly Moreira, dijo que "después de un silencio de más de cuarenta años, la introducción abrupta (del asunto de Cuba) no contribuye al fortalecimiento de esta institución" . Señaló que su Gobierno no apoyará la propuesta nicaragüense y "se opone a las acciones de aislamiento, como los embargos, que tampoco son positivas".
El embajador chileno, Esteban Tomic, opinó que el CP es el ámbito adecuado para esta discusión, y agregó que "si esto es un asunto político, éste es el ámbito, y si no se ha hecho (el debate) en cuarenta años es buena noticia que Cuba vuelva a la mesa". Por su parte, el embajador mexicano, Miguel Ruiz Cabañas, también consideró que el escenario de discusión debe ser la CIDH "porque aquí, en el Consejo Permanente, Cuba no tiene voz". En el mismo sentido se expresó, en nombre del Comunidad Caribeña (CARICOM), la embajadora de St. Lucía, Sonia Johnny.