La mitad de los muertos en el Mavi Marmara dijeron antes de salir que querían "ser mártires"

Según avanzan las investigaciones se hace más evidente que los muertos en el Mavi Marmara no eran activistas por la paz sino algo muy diferente y con intenciones completamente opuestas. Así, un informe que el Intelligence and Terrorist Information Center (ITIC) acaba de hacer público, señala que ocho de los nueve fallecidos en el buque de la flotilla "solidaria" pertenecían a distintas organizaciones islámicas musulmanas de Turquía.

Cuatro de ellos eran miembros de la IHH, la organización radical que ha tenido un papel principal en la organización de la flotilla; otros dos lo eran del Partido de la Felicidad, una de las formaciones políticas turcas que deficiente con más contundencia el islamismo y la unión entre religión y estado. Los dos restantes eran miembros de asociaciones islámicas relacionadas con IHH, Izmir Özgür-Der y AYDER.

El noveno de los fallecidos es el único al que no se le han encontrado relaciones con organizaciones radicales islámicas, se trata de Furkan Dogan, un joven de 19 años, estudiante y, curiosamente, con doble nacionalidad turca y estadounidense.

Querían ser mártires

Además, cuatro de los ocho fallecidos relacionados con organizaciones islamistas habían admitido antes de embarcarse en la flotilla su intención de ser mártires. Por ejemplo, uno de los miembros del Partido de la Felicidad, un tendero de Estambul, llevaba, según ha admitido su esposa e una entrevista, "años intentando ir a Palestina" y "rezaba constantemente a Alá para que le concediese el martirio".

De otro de los fallecidos, que trabajaba como periodista para la propia IHH, se ha encontrado una cinta en la que decía rezar "a Alá para que nos conceda un final feliz, justo como el de esos mártires".

Un caso no menos escalofriante es el de un bombero de una ciudad de Anatolia, de 43 años, que era miembro de IHH e incluso trabajaba como vigilante de seguridad en las conferencias de esta organización en su ciudad. Antes de salir se despidió de su mujer y sus cuatro hijos, asegurándoles que se iba a convertir en mártir.

Por último, el cuarto de los fallecidos, que había sido campeón de Taekwondo e incluso participó en el equipo nacional del país, dejo escrita antes de partir una carta en la que contaba que esperaba morir como un mártir y animaba a sus hermanos de fe a seguirle en un empeño similar.