L D (EFE) Tras evaluar sus primeras cien horas al frente del Legislativo estadounidense, en las que han aprobado una oleada de medidas, los demócratas afirmaron este viernes que su prioridad a partir de ahora será la guerra de Irak.
En una rueda de prensa, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, se felicitaron por los logros obtenidos desde que la oposición asumió el control del Congreso el pasado día 4. Ambos destacaron la aprobación de las seis medidas que figuraban en su lista de prioridades legislativas y que necesitaron poco más de 42 horas del total de 100 que se habían trazado como meta.
No obstante, reconocieron que el Congreso afrontará numerosos retos en el frente internacional porque, a parte de la guerra en Irak, Estados Unidos también tendrá que responder a las amenazas que suponen Irán y Corea del Norte, el genocidio en Darfur (Sudán) y la influencia de Cuba y Venezuela en América Latina.
Aunque indicaron que trabajarán con los republicanos, tanto Pelosi como Reid prometieron revisar la estrategia en Irak porque, a su juicio, la guerra en el país árabe ha conllevado "gastos pasmosos" de cientos de millones de dólares, así como la muerte de 3.025 soldados estadounidenses y de al menos 34.000 iraquíes. Por ello, prometieron corregir la marcha de la guerra en Irak tras recordar que recuperaron el control del Congreso debido en parte al descontento popular por la evolución de ese conflicto bélico.
Se prevé que el Congreso vote la semana próxima una resolución no vinculante en la que los legisladores de ambos partidos se oponen al envío adicional de 21.500 soldados estadounidenses a Irak, tal como ha propuesto el presidente de EEUU, George W. Bush. "Debemos cambiar el curso (de la guerra). Desafortunadamente, el nuevo plan del presidente puede resumirse en cuatro palabras: más de lo mismo", dijo Reid.
Por su parte, Pelosi afirmó que "las soluciones a los asuntos que dividen a los iraquíes son políticas y diplomáticas, no militares. Como tal, van más allá de la capacidad de nuestras tropas". "Cuanto antes les demos (a los iraquíes) la responsabilidad de su futuro, más pronto podrán regresar nuestras tropas a casa", añadió.
Reid explicó que el plan que promueve la oposición política "logrará lo que hasta ahora no ha conseguido el presidente" Bush.
Durante las primeras 100 horas de control demócrata, la Cámara de Representantes aprobó un aumento al salario mínimo, una reducción de los incentivos fiscales para la industria petrolera y una bajada en las tasas de interés para préstamos estudiantiles otorgados por el Gobierno federal.
También acordó ampliar los fondos federales para las investigaciones científicas con células madre embrionarias, una ampliación de las inspecciones de los cargamentos que entran a EEUU y una medida que autoriza al Gobierno a negociar directamente con la industria farmacéutica rebajas a las recetas médicas para ancianos y jubilados que participan del programa "Medicare".
Los demócratas también lograron una reforma de los reglamentos de ética que rigen la conducta de los legisladores y que, entre otras cosas, prohíben la aceptación de regalos de grupos de presión y restringen los viajes auspiciados por el sector privado.
En una rueda de prensa, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, se felicitaron por los logros obtenidos desde que la oposición asumió el control del Congreso el pasado día 4. Ambos destacaron la aprobación de las seis medidas que figuraban en su lista de prioridades legislativas y que necesitaron poco más de 42 horas del total de 100 que se habían trazado como meta.
No obstante, reconocieron que el Congreso afrontará numerosos retos en el frente internacional porque, a parte de la guerra en Irak, Estados Unidos también tendrá que responder a las amenazas que suponen Irán y Corea del Norte, el genocidio en Darfur (Sudán) y la influencia de Cuba y Venezuela en América Latina.
Aunque indicaron que trabajarán con los republicanos, tanto Pelosi como Reid prometieron revisar la estrategia en Irak porque, a su juicio, la guerra en el país árabe ha conllevado "gastos pasmosos" de cientos de millones de dólares, así como la muerte de 3.025 soldados estadounidenses y de al menos 34.000 iraquíes. Por ello, prometieron corregir la marcha de la guerra en Irak tras recordar que recuperaron el control del Congreso debido en parte al descontento popular por la evolución de ese conflicto bélico.
Se prevé que el Congreso vote la semana próxima una resolución no vinculante en la que los legisladores de ambos partidos se oponen al envío adicional de 21.500 soldados estadounidenses a Irak, tal como ha propuesto el presidente de EEUU, George W. Bush. "Debemos cambiar el curso (de la guerra). Desafortunadamente, el nuevo plan del presidente puede resumirse en cuatro palabras: más de lo mismo", dijo Reid.
Por su parte, Pelosi afirmó que "las soluciones a los asuntos que dividen a los iraquíes son políticas y diplomáticas, no militares. Como tal, van más allá de la capacidad de nuestras tropas". "Cuanto antes les demos (a los iraquíes) la responsabilidad de su futuro, más pronto podrán regresar nuestras tropas a casa", añadió.
Reid explicó que el plan que promueve la oposición política "logrará lo que hasta ahora no ha conseguido el presidente" Bush.
Durante las primeras 100 horas de control demócrata, la Cámara de Representantes aprobó un aumento al salario mínimo, una reducción de los incentivos fiscales para la industria petrolera y una bajada en las tasas de interés para préstamos estudiantiles otorgados por el Gobierno federal.
También acordó ampliar los fondos federales para las investigaciones científicas con células madre embrionarias, una ampliación de las inspecciones de los cargamentos que entran a EEUU y una medida que autoriza al Gobierno a negociar directamente con la industria farmacéutica rebajas a las recetas médicas para ancianos y jubilados que participan del programa "Medicare".
Los demócratas también lograron una reforma de los reglamentos de ética que rigen la conducta de los legisladores y que, entre otras cosas, prohíben la aceptación de regalos de grupos de presión y restringen los viajes auspiciados por el sector privado.