LD (Agencias) Ante el temor de que EEUU inicie una acción militar unilateral contra Irak, los países miembros de la ONU manifestaron su preocupación por el futuro del Consejo de Seguridad como máximo órgano de decisión de la organización y por el papel que ésta tendrá en la política mundial. Algunos países parafrasearon al propio secretario general, Kofi Annan, quien declaró el lunes en La Haya (Holanda), que una "acción unilateral contra Irak constituiría una violación de la carta de las Naciones Unidas".
Cuba fue uno de los países que mostró gran preocupación por el futuro de la coalición de estados y naciones de distintas ideologías, culturas y religiones que conforman la ONU. El embajador, Bruno Rodríguez, dijo que si se aprobara una resolución autorizando la guerra, "las Naciones Unidas y el Consejo de Seguridad sufrirían un ataque letal que aniquilaría sus funciones y prerrogativas como garante de la paz y la seguridad internacional". El representante de Argelia, Abdalah Baali, también indicó que sería impropio que el Consejo de Seguridad tomara una decisión en relación a permitir el uso de la fuerza contra Irak.
Por su parte, Dumisano Kumalo, embajador de Sudáfrica, miembro del Movimiento de Países No Alineados (NOAL), señaló que la guerra es innecesaria y que si se produce, las consecuencias políticas y socioeconómicas trascenderían más allá de Irak. Se mostró contrario a la aprobación de una nueva resolución en línea con Francia y Rusia, y destacó que si se llevara a cabo una votación en el Consejo de Seguridad, iría más allá del tema de Irak. El embajador de Egipto, Ahmed Abul Gheit, destacó que el papel del Consejo de Seguridad en la cuestión iraquí será crucial para el futuro del organismo. "La manera en que se aborde el tema de Irak tendrá un impacto profundo en la forma en que se hará con los temas en las próximas décadas", manifestó Gheit, e instó a los países a que se ajusten a las resoluciones de la ONU.
Cuba fue uno de los países que mostró gran preocupación por el futuro de la coalición de estados y naciones de distintas ideologías, culturas y religiones que conforman la ONU. El embajador, Bruno Rodríguez, dijo que si se aprobara una resolución autorizando la guerra, "las Naciones Unidas y el Consejo de Seguridad sufrirían un ataque letal que aniquilaría sus funciones y prerrogativas como garante de la paz y la seguridad internacional". El representante de Argelia, Abdalah Baali, también indicó que sería impropio que el Consejo de Seguridad tomara una decisión en relación a permitir el uso de la fuerza contra Irak.
Por su parte, Dumisano Kumalo, embajador de Sudáfrica, miembro del Movimiento de Países No Alineados (NOAL), señaló que la guerra es innecesaria y que si se produce, las consecuencias políticas y socioeconómicas trascenderían más allá de Irak. Se mostró contrario a la aprobación de una nueva resolución en línea con Francia y Rusia, y destacó que si se llevara a cabo una votación en el Consejo de Seguridad, iría más allá del tema de Irak. El embajador de Egipto, Ahmed Abul Gheit, destacó que el papel del Consejo de Seguridad en la cuestión iraquí será crucial para el futuro del organismo. "La manera en que se aborde el tema de Irak tendrá un impacto profundo en la forma en que se hará con los temas en las próximas décadas", manifestó Gheit, e instó a los países a que se ajusten a las resoluciones de la ONU.