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La Marina de EEUU despliega hasta 10.000 hombres para reconstruir Haití

El lamentable estado de las estructuras en Haití y, sobre todo, el irreparable daño humano causado por el seísmo ha llevado a la Marina de EEUU a movilizarse y deplegar numerosos buques y hasta 10.000 hombres para construir infraestructuras, un aeropuerto incluido.

La Marina de Estados Unidos se está movilizando para prestar asistencia a los afectados por el terremoto de Haití por un periodo de tiempo prolongado habida cuenta del grado de devastación existente en el país caribeño, informó el jefe de Operaciones Navales estadounidense, el almirante Gary Roughead, en un acto de entrada en servicio de un nuevo buque.

"Estamos preparados para permanecer en el país todo el tiempo que sea necesario", afirmó Roughead en una conversación con periodistas, y añadió que "la devastación... es absolutamente extraordinaria". Según las autoridades haitianas, la cifra de muertos por el terremoto que sacudió el país el pasado martes podría superar las 200.000 personas.

Roughead afirmó estar satisfecho por la velocidad a que la Marina ha reaccionado frente a la situación de urgencia, que llevó al barco hospital USS Comfort, el más grande de los que dispone Estados Unidos, a zarpar hacia Haití este sábado desde el puerto de Baltimore (costa atlántica estadounidense). Además, el USS Bataan, un buque anfibio en que viajan 2.200 infantes de Marina, se puso en marcha hacia el país caribeño en la mitad del tiempo en que suele desplegarse.

El grueso del despliegue humanitario de Estados Unidos empezó a llegar a Haití el viernes. Arribó el portaaviones de propulsión nuclear USS Carl Vinson, desde el que se empezaron a realizar operaciones de rescate con helicópteros y otras actividades destinadas a auxiliar a la población.

Roughead, que en 2004, cuando era el comandante de la Flota del Pacífico, tomó parte en la labor humanitaria que puso en marcha Estados Unidos para ayudar a las víctimas del tsunami en Indonesia, afirmó que hay 10.000 militares de la Marina trabajando en Haití.  

El comandante afirmó que sus hombres estaban construyendo literalmente un aeropuerto y trasladando desde Estados Unidos todo tipo de infraestructura, como un barco de salvamento, otro científico, para que pueda explorar el lecho oceánico, así como la maquinaria necesaria para producir cientos de miles de litros de agua potable al día.

Roughead rememoró su experiencia de 2004, cuando auxilió a los afectados por el tsunami, y afirmó que le preocupaba que la falta de agua potable podría llevar a los supervivientes a consumir agua contaminada por los miles de cadáveres en descomposición, algo que podría aumentar aún más la cifra de muertos.

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