LD (EFE) La fiscalía estatal de Osijek ha acusado a 13 ex altos oficiales del "Ejército Popular Yugoslavo" (JNA) de crímenes de guerra cometidos en 1991 durante el bombardeo injustificado de esa ciudad del este de Croacia, puesto que no se hallaba en terreno de operaciones bélicas.
Así lo informaron este martes los medios croatas, según los cuales los citados oficiales, que viven actualmente en Serbia, dispararon contra Osijek "sin necesidad militar alguna" con carros de combate, cañones, lanzacohetes múltiples y otras armas pesadas desde territorios cercanos a Croacia que estaban bajo su control.
Como consecuencia de ello, 307 civiles perdieron la vida, 171 sufrieron heridas de gravedad y centenares resultaron heridos leves, mientras que fueron dañados más de mil edificios de la ciudad, se afirma en la acusación, según el diario croata Jutarnji list.
Uno de los testigos habría asegurado que el sargento acusado Nenad Vodenik se jactó más tarde de haber bombardeado la catedral de San Pedro y San Pablo de Osijek a cambio de un cajón de botellas de cerveza. La iglesia, símbolo de la ciudad y santuario de la población católica croata de la región, recibió más de 100 proyectiles directos.