
L D (EFE) Según afirma en un comunicado la Fiscalía General en el Cáucaso Norte, de acuerdo con los análisis que realizaron los forenses a los cadáveres de los terroristas, todos ellos habían consumido drogas, y 22 de estos asesinos se habían puesto inyecciones de heroína y morfina.
El parte cita al fiscal general adjunto de Rusia, Nikolái Shepel, quien afirmó que "la concentración de drogas en los organismos de algunos de los terroristas superaba las dosis mortales, lo cual revela que eran drogadictos empedernidos y permanecieron drogados a lo largo de todo el período de preparación del atentado".