LD (EFE) Los legisladores de izquierda Lina Maza, Teodoro Casiño, Joel Virador, Rafael Mariano y Satur Ocampo, enfrentarán cargos de rebelión por su participación en el fallido golpe de Estado de febrero pasado. Junto a los acusados serán sometidos a juicio otras 43 personas, entre ellos militares. Los legisladores permanecen refugiados en el Congreso de Filipinas para evitar su detención.
Entre los militares acusados destacan el coronel Jake Malajacan, el capitán retirado Felix Turingan, el primer teniente Patricio Bumindang y el teniente Lawrence San Juan, considerado uno de los "cerebros" de la supuesta asonada. La lista también incluye al fundador del ilegal Partido Comunista de Filipinas, José María Sison, actualmente exiliado en Holanda, así como a Rogelio Rosal, portavoz del grupo armado del Nuevo Ejército del Pueblo, y a Gregorio Honasan, un ex militar que se encuentra en paradero desconocido.
Los cinco congresistas denunciaron en un comunicado que lo que el Gobierno busca al presentar los cargos es eliminar la representación de la izquierda en el Parlamento y en la vida política filipina. Un sexto diputado de izquierdas, Crispin Beltrán, permanece encarcelado tras ser formalmente acusado por su supuesta participación en el intento de asonada.
Tras ser neutralizado el supuesto golpe de Estado, Macapagal Arroyo declaró el estado de emergencia nacional, bajo el que se realizaron arrestos sin orden judicial y se investigó a los periódicos críticos con el Gobierno. Esos hechos se enmarcan en la crisis política que sufre la presidenta desde que el pasado año fue acusada por la oposición de organizar un fraude para ganar las elecciones de 2004.