L D (Agencias) Ziad Aziz, hijo del ex viceprimer ministro iraquí, ha confirmado a la agencia francesa AFP que "le pedí a Vergés, un viejo amigo, que defienda a mi padre".
El letrado ha dicho que recibió un fax hace diez días con la petición y este mismo miércoles ha viajado a Jordania para reunirse con familiares de Tarek Aziz y preparar la defensa de una de las caras más conocidas del régimen del ex dictador Sadam Husein.
Antes de partir hacia a Amán, el abogado declaró a varios medios franceses que también estaría "dispuesto" a llevar la defensa de Sadam Husein, aunque sin ofrecer mayores precisiones, informó Efe.
Vergés, nacido en 1925 en Tailandia de padre francés y madre vietnamita, es conocido en Francia como "el abogado del diablo", ya que ha defendido entre otros al ex jefe de la Gestapo, Klaus Barbie (conocido como "el carnicero de Lyon"), al asesino en serie Charles Sobrhraj, al terrorista venezolano Ilich Ramírez Sánchez (más conocido por sus alias de "Carlos" y "El Chacal"), e incluso al ex presidente yugoslavo Slobodan Milosevic, en un juicio que sigue su curso actualmente ante el Tribunal de La Haya.
Neo-nazi, antisemita, antiamericano...
El abogado es un antiguo miembro del Partido Comunista y se le considera un activista mundial contra Estados Unidos y las democracias occidentales. Según el libro "Unhealed Wounds" ("Heridas abiertas"), cuya autora es Erna Paris, Vergés también ingresó en el movimiento neo-nazi gracias a François Genoud, un financiero ultraderechista suizo cuyos fondos, al parecer, provienen del dinero que se le robó a los judíos durante la II Guerra Mundial.
Durante el juicio contra Klaus Barbie, Vergés llegó a afirmar que los auténticos criminales no fueron los nazis, sino los judíos, y que lo siguen siendo –a su juicio– en la actualidad. Con esos argumentos Vergés dirigió la defensa del nazi Barbie y, aunque sus alegatos fueron rechazado por la Corte de Lyon, que condenó a Barbie, el abogado sí consiguió uno de sus objetivos: hacerse publicidad en todo el mundo y propagar sus sentimientos antisemitas.
En 1988, en la víspera de los actos conmemorativos del segundo centenario de la Revolución Francesa, a la emisora pública de televisión, la TF1, se le ocurrió la idea de repetir el juicio a Luis XVI. El abogado televisivo fue, precisamente, Jacques Vergés, que defendió al supuesto monarca con argumentos que aparentemente convencieron a los espectadores. El 55 por ciento de los televidentes estuvo a favor de la absolución, el 27,5 por ciento condenó a muerte a Luis XVI y el 17,5 por ciento decidió que cumpliera condena en el exilio.