LD (Agencias) En una carta dirigida al secretario de Defensa Donald Rumsfeld, el legislador demócrata Henry Waxman, denuncia que la empresa Halliburton, que hasta el año 2000 dirigía el actual vicepresidente Dick Cheney, mantiene relaciones comerciales con Irán y Libia en clara violación a los embargos decretados por la Casa Blanca. En el texto afirma que las relaciones entre el grupo petrlero y esos países datan de los años ochenta "y continuaron entre 1995 y 2000, cuando Cheney dirigía la empresa". Aparentemente, dice, las operaciones continúan.
El demócrata dice que “recientemente se adjudicó a Halliburton un papel importante y lucrativo en la lucha liderada por EEUU contra el terrorismo. Existen evidencias basadas en informaciones de prensa y otras fuentes de que Halliburton se benefició en numerosos negocios con Estados que apoyan al terrorismo, entre ellos con dos de los tres miembros del 'eje del mal' (Irak, Irán, Corea del Norte) denunciado por el presidente George Bush”. Según Waxman, la empresa “parece haber buscado eludir las restricciones [al comercio con esos países] abriendo filiales en territorios como las islas Caimán”, un paraíso fiscal para el lavado de dinero situado a 600 kilómetros de Florida.
Una portavoz de la empresa, Wendy Hall, no desmintió las acusaciones del parlamentario, y subrayó sin embargo que Halliburton siempre ha trabajado en el marco de la ley. "Con nuestras filiales, operamos en los países en el marco de la ley (...). Donde el Gobierno estadounidense pide a las sociedades que no comercien, nosotros nos conformamos con ello", agregó. Una de las filiales de la empresa recibió recientemente un contrato que puede alcanzar los 7.000 millones de dólares para extinguir incendios en los campos petrolíferos de Irak. El contrato fue concedido sin concurso previo por el Cuerpo de Ingenieros del Ejército a la sociedad Kellogg, Brown and Root, una división del grupo de energía e ingeniería Halliburton.
El demócrata dice que “recientemente se adjudicó a Halliburton un papel importante y lucrativo en la lucha liderada por EEUU contra el terrorismo. Existen evidencias basadas en informaciones de prensa y otras fuentes de que Halliburton se benefició en numerosos negocios con Estados que apoyan al terrorismo, entre ellos con dos de los tres miembros del 'eje del mal' (Irak, Irán, Corea del Norte) denunciado por el presidente George Bush”. Según Waxman, la empresa “parece haber buscado eludir las restricciones [al comercio con esos países] abriendo filiales en territorios como las islas Caimán”, un paraíso fiscal para el lavado de dinero situado a 600 kilómetros de Florida.
Una portavoz de la empresa, Wendy Hall, no desmintió las acusaciones del parlamentario, y subrayó sin embargo que Halliburton siempre ha trabajado en el marco de la ley. "Con nuestras filiales, operamos en los países en el marco de la ley (...). Donde el Gobierno estadounidense pide a las sociedades que no comercien, nosotros nos conformamos con ello", agregó. Una de las filiales de la empresa recibió recientemente un contrato que puede alcanzar los 7.000 millones de dólares para extinguir incendios en los campos petrolíferos de Irak. El contrato fue concedido sin concurso previo por el Cuerpo de Ingenieros del Ejército a la sociedad Kellogg, Brown and Root, una división del grupo de energía e ingeniería Halliburton.