Los cinco últimos trabajadores españoles que estaban en Libia, a bordo de un barco cementero en el puerto de Trípoli, han salido este martes del país, por lo que el embajador y el resto de miembros de la legación diplomática lo harán también en breve, han informado a Efe fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores.
Los cinco trabajadores -tres gallegos, un asturiano y un andaluz- de la multinacional Cemex (Cementos Mexicanos) han abandonado el puerto de la capital libia en el barco donde han estado en los últimos días, según las fuentes.
Una vez completada la evacuación, el embajador, Luis Francisco García Cerezo, regresará a España "en las próximas horas". De este modo, se procederá al cierre temporal de la oficina diplomática ante el escenario de inseguridad que vive el país por los enfrentamientos entre opositores y partidarios del líder Muamar el Gadafi, han añadido las fuentes.
Además del embajador, están "listos para salir" su esposa, cuatro policías, cuatro miembros del Grupo Especial de Operaciones (GEO), el consejero de seguridad, otros dos agentes y dos empleados, lo que suman un total de quince personas.
La ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, confirmó que una vez que se completara la repatriación de todos los españoles que permanecían en Libia, se clausuraría temporalmente la embajada, cuyo edificio será custodiado por personal local.
Países como Estados Unidos, Canadá, Francia, Alemania o Portugal también han retirado a su personal diplomático de Trípoli. Los únicos españoles que hay en el país magrebí son aquellos que están casados con ciudadanos libios y que han optado por permanecer con sus familias.