L D (EFE) La situación de los 75 disidentes encarcelados hace un año ha vuelto a cobrar protagonismo en Cuba, coincidiendo con los debates de la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas en Ginebra.
El canciller cubano, Felipe Pérez Roque, rechazó el jueves las denuncias de la oposición sobre la precaria situación de los disidentes en las cárceles por considerar que responden a una campaña internacional para desprestigiar al régimen de La Habana, que detenta el poder desde hace 45 años.
El ministro negó que los presos políticos hayan recibido malos tratos o se encuentren recluidos en malas condiciones. Para corroborar sus declaraciones, mostró a la prensa un vídeo con entrevistas realizadas por periodistas adeptos a la dictadura en las que siete esposas y madres de disidentes reconocían que sus familiares han recibido buen trato y una atención médica adecuada en prisión.
El canciller cubano, Felipe Pérez Roque, rechazó el jueves las denuncias de la oposición sobre la precaria situación de los disidentes en las cárceles por considerar que responden a una campaña internacional para desprestigiar al régimen de La Habana, que detenta el poder desde hace 45 años.
El ministro negó que los presos políticos hayan recibido malos tratos o se encuentren recluidos en malas condiciones. Para corroborar sus declaraciones, mostró a la prensa un vídeo con entrevistas realizadas por periodistas adeptos a la dictadura en las que siete esposas y madres de disidentes reconocían que sus familiares han recibido buen trato y una atención médica adecuada en prisión.
La dictadura "trata de tapar el sol con un dedo"
Las declaraciones del canciller han provocado duras críticas entre los demócratas de la Isla, que ven en esta estrategia un intento de la dictadura comunista por mejorar su imagen en vísperas del debate en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra.
Para Oswaldo Payá, líder del Movimiento Cristiano Liberación (MCL) y premio Sajárov del Parlamento Europeo y promotor del Proyecto Varela, el régimen castrista "trata de tapar el sol con un dedo" y de ocultar una situación "muy grave".
Las declaraciones del canciller han provocado duras críticas entre los demócratas de la Isla, que ven en esta estrategia un intento de la dictadura comunista por mejorar su imagen en vísperas del debate en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra.
Para Oswaldo Payá, líder del Movimiento Cristiano Liberación (MCL) y premio Sajárov del Parlamento Europeo y promotor del Proyecto Varela, el régimen castrista "trata de tapar el sol con un dedo" y de ocultar una situación "muy grave".
"¿Por qué no liberan a los enfermos?, ¿por qué no permiten el acceso de la Cruz Roja Internacional a las cárceles?, ¿por qué no se celebran nuevos juicios en Cuba?", se preguntó el premio Sajárov.
Payá fue uno de los numerosos disidentes que asistió en la noche del jueves a una recepción ofrecida por la embajada de Grecia en Cuba, que invitó por primera vez a la oposición a su fiesta nacional, cumpliendo así el acuerdo alcanzado el pasado año por los países de la Unión Europea.
Para Elizardo Sánchez, que encabeza una Comisión de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional considerada ilegal por el régimen comunista, la única manera de aclarar la verdad sobre la situación de los "presos de conciencia" es permitir la entrada en las cárceles de la Cruz Roja Internacional, de los expertos de Naciones Unidas y de la prensa internacional.
"La historia que está representando el Gobierno tiene muy poco que ver con la realidad", dijo Sánchez, convencido de que la estrategia oficial tiene una doble lectura, internacional e interna, "para seguir desinformando al pueblo cubano".
Vladimiro Roca, hijo del histórico dirigente comunista cubano Blas Roca y miembro destacado del Movimiento Todos Unidos, calificó la actitud gubernamental como "una coreografía, un teatro", puesto en escena porque "tienen una situación difícil en Ginebra".
A juicio de Blanca Reyes, esposa del poeta y periodista Raúl Rivero –condenado a 20 años de prisión–, estamos asistiendo a una situación "increíble", porque se ha "manipulado" a las esposas de los presos políticos.
El objetivo "era manipular", insistió Reyes, que se negó a ser entrevistada por los periodistas adeptos a la dictadura, cuyo trabajo sirvió para elaborar el vídeo hace unas semanas. "En el exterior no creo que nadie le crea eso ni crea que el sistema carcelario en Cuba es bueno", añadió la esposa de Rivero, vicepresidente de la Sociedad Interamericana de Prensa y uno de los mayores poetas cubanos vivos.
La dictadura castrista se ha negado en repetidas ocasiones a aceptar el acceso de inspectores de Naciones Unidas a las cárceles de la Isla, y el miércoles rechazó airadamente en Ginebra un informe sobre la situación de los derechos humanos en la nación caribeña presentado por una representante especial de la ONU.