L D (EFE) El Partido de los Trabajadores (PT) presentó este miércoles lo que consideró un "primer pedido de disculpas a la Nación, por actos que lo comprometen moral y políticamente". En el comunicado, el partido socialista admite que existen "nuevas denuncias relacionadas con financiación paralela de campañas electorales, que envuelven directamente al PT", pero dice que "las instancias formales" de esa formación "no tenían conocimiento" de esos hechos.
En un párrafo dirigido directamente a Lula, el PT dice que "al presidente el partido le manifiesta su confianza y su disposición a defender su mandato, que ya consolidó importantes conquistas para el pueblo brasileño, recuperando la economía y la generación de empleos en un país que estaba al borde del desastre".
En ese sentido, el partido convocó a "todos sus directorios municipales a promover debates y manifestaciones en defensa del PT, contra la corrupción y la impunidad, y en defensa del presidente Lula, el 27 de agosto próximo". La Dirección Nacional del PT se compromete a aplicar "sanciones ejemplares" a los responsables de corrupción, aduce que "desconocía tales operaciones" y añade que ignora "si otros hechos de esa naturaleza saldrán a la luz pública".
El PT está acusado de financiación ilegal de campañas, de ocultar a las autoridades electorales y fiscales parte de su contabilidad, de haber usado recursos del exterior para actividades políticas, de obtener créditos en forma fraudulenta y de blanqueo de dinero. Según el comunicado, "esto ha creado una situación de vergüenza para el PT y para su gobierno" y "es imposible evaluar, en este momento, la profundidad y gravedad de los daños". La nota afirma que el partido está "recomponiendo su vida interna, reorganizando sus estructuras administrativas y procurando responder a la crisis política para defender la continuidad y la normalidad del gobierno de Lula".
Sostiene que "la continuidad del proyecto del PT, fundado en la ética, la democracia, la emancipación y la justicia, la construcción de una sociedad sin miseria ni opresión, es el punto de partida para todas las acciones de su actual Dirección Nacional", que reemplazó a la que renunció en pleno hace un mes arrastrada por las denuncias. El partido de Lula reconoció además "la necesidad de construir métodos más democráticos de dirección y un mayor respeto a la pluralidad interna", así como la "exigencia de promover el fin de las relaciones informales, y por eso no transparentes, entre el gobierno y el partido, que sólo favorecen la manipulación".
El PT también defendió el pronunciamiento hecho a la Nación por el presidente Lula el viernes pasado, cuando se dijo "traicionado". "El discurso del presidente debe ser entendido como el inicio de un nuevo diálogo entre el gobierno y la sociedad civil", añadió. En relación al Gobierno, la nota le insta a aumentar la inversión en las áreas de infraestructura y social, a recuperar los salarios, avanzar en la reforma agraria y a buscar fórmulas que permitan una "inmediata" reducción de las elevadas tasas de interés.
En un párrafo dirigido directamente a Lula, el PT dice que "al presidente el partido le manifiesta su confianza y su disposición a defender su mandato, que ya consolidó importantes conquistas para el pueblo brasileño, recuperando la economía y la generación de empleos en un país que estaba al borde del desastre".
En ese sentido, el partido convocó a "todos sus directorios municipales a promover debates y manifestaciones en defensa del PT, contra la corrupción y la impunidad, y en defensa del presidente Lula, el 27 de agosto próximo". La Dirección Nacional del PT se compromete a aplicar "sanciones ejemplares" a los responsables de corrupción, aduce que "desconocía tales operaciones" y añade que ignora "si otros hechos de esa naturaleza saldrán a la luz pública".
El PT está acusado de financiación ilegal de campañas, de ocultar a las autoridades electorales y fiscales parte de su contabilidad, de haber usado recursos del exterior para actividades políticas, de obtener créditos en forma fraudulenta y de blanqueo de dinero. Según el comunicado, "esto ha creado una situación de vergüenza para el PT y para su gobierno" y "es imposible evaluar, en este momento, la profundidad y gravedad de los daños". La nota afirma que el partido está "recomponiendo su vida interna, reorganizando sus estructuras administrativas y procurando responder a la crisis política para defender la continuidad y la normalidad del gobierno de Lula".
Sostiene que "la continuidad del proyecto del PT, fundado en la ética, la democracia, la emancipación y la justicia, la construcción de una sociedad sin miseria ni opresión, es el punto de partida para todas las acciones de su actual Dirección Nacional", que reemplazó a la que renunció en pleno hace un mes arrastrada por las denuncias. El partido de Lula reconoció además "la necesidad de construir métodos más democráticos de dirección y un mayor respeto a la pluralidad interna", así como la "exigencia de promover el fin de las relaciones informales, y por eso no transparentes, entre el gobierno y el partido, que sólo favorecen la manipulación".
El PT también defendió el pronunciamiento hecho a la Nación por el presidente Lula el viernes pasado, cuando se dijo "traicionado". "El discurso del presidente debe ser entendido como el inicio de un nuevo diálogo entre el gobierno y la sociedad civil", añadió. En relación al Gobierno, la nota le insta a aumentar la inversión en las áreas de infraestructura y social, a recuperar los salarios, avanzar en la reforma agraria y a buscar fórmulas que permitan una "inmediata" reducción de las elevadas tasas de interés.