L D (EFE) Con su renuncia, anticipada este viernes tras una reunión con el presidente de la República, Aleksander Kwasniewski, Miller quiso conseguir un mes de tregua y quedar para la historia como el primer ministro polaco que condujo al país a la UE. Miller temía que, si no daba ese paso, el Consejo Nacional de su partido, la Alianza de la Izquierda Democrática (SLD), le retiraría el apoyo y obligaría a dimitir con efectos inmediatos.
El Consejo Nacional de SLD, reunido este sábado, podía transformar su irritación contra Miller en una demanda de dimisión inmediata, sin demora alguna, con el fin de frenar en seco la caída de la popularidad indicada por los sondeos. SLD que, liderada por Miller, ganó las elecciones parlamentarias en el 2001 con un apoyo del 41 por ciento de los electores, cuenta ahora, según los sondeos, con un respaldo inferior al 5 por ciento, lo que incluso sería insuficiente para entrar en el Parlamento.
La continuidad de Miller al frente del Gobierno se hizo imposible después de que, en la madrugada del viernes unos 30 diputados y senadores de SLD decidiesen abandonar el partido y formar una agrupación nueva libre de las cargas de la formación del primer ministro. El líder de la nueva organización, Marek Borowski, hasta ahora presidente del Parlamento, señaló que su partido no quiere guerras políticas, pero sí un cambio de Gobierno que permita sanear las finanzas públicas, cambiar de estilo en el ejercicio del poder y poner fin a la tolerancia frente a la corrupción.
Las elecciones anticipadas son ahora ya indispensables y podrían celebrarse coincidiendo con las europeas, es decir, el 13 de junio o, en el caso de que no hubiese tiempo para organizarlas, a mediados de octubre. Esa solución, que acortaría la actual legislatura por lo menos en un año, podría ser abortada si Kwasniewski propusiese un nombre posible de aceptar por la mayoría de los partidos polacos. El presidente anunció que dará a conocer el nombre de su candidato el lunes, tras las consultas que mantendrá el fin de semana con las principales fuerzas políticas.
El Consejo Nacional de SLD, reunido este sábado, podía transformar su irritación contra Miller en una demanda de dimisión inmediata, sin demora alguna, con el fin de frenar en seco la caída de la popularidad indicada por los sondeos. SLD que, liderada por Miller, ganó las elecciones parlamentarias en el 2001 con un apoyo del 41 por ciento de los electores, cuenta ahora, según los sondeos, con un respaldo inferior al 5 por ciento, lo que incluso sería insuficiente para entrar en el Parlamento.
La continuidad de Miller al frente del Gobierno se hizo imposible después de que, en la madrugada del viernes unos 30 diputados y senadores de SLD decidiesen abandonar el partido y formar una agrupación nueva libre de las cargas de la formación del primer ministro. El líder de la nueva organización, Marek Borowski, hasta ahora presidente del Parlamento, señaló que su partido no quiere guerras políticas, pero sí un cambio de Gobierno que permita sanear las finanzas públicas, cambiar de estilo en el ejercicio del poder y poner fin a la tolerancia frente a la corrupción.
Las elecciones anticipadas son ahora ya indispensables y podrían celebrarse coincidiendo con las europeas, es decir, el 13 de junio o, en el caso de que no hubiese tiempo para organizarlas, a mediados de octubre. Esa solución, que acortaría la actual legislatura por lo menos en un año, podría ser abortada si Kwasniewski propusiese un nombre posible de aceptar por la mayoría de los partidos polacos. El presidente anunció que dará a conocer el nombre de su candidato el lunes, tras las consultas que mantendrá el fin de semana con las principales fuerzas políticas.